Mazda desafía a los eléctricos: el motor de gasolina que promete cero CO2 (y no es magia)

Mazda desafía a los eléctricos: el motor de gasolina que promete cero CO2 (y no es magia)
¿Un motor de gasolina sin CO2? Mazda se atreve con lo impensable

Mazda lo ha vuelto a hacer. Cuando todos miran al coche eléctrico como la única salida, los ingenieros de Hiroshima sacan un as bajo la manga: un motor de seis tiempos capaz de funcionar con gasolina… y sin emitir CO2. ¿Ciencia ficción? No exactamente. ¿Perfecto? Tampoco, pero aquí no venimos a vender unicornios.

El “anti-downsizing” japonés sigue rompiendo moldes

Mazda nunca ha sido amiga de seguir modas solo porque sí. Mientras el resto del mundo abrazaba el downsizing, ellos apostaban por su propio camino. Ahora, se filtra una patente que revela una mecánica inédita, dispuesta a poner patas arriba lo que creíamos saber sobre motores térmicos. Este nuevo propulsor no solo desafía las reglas actuales, también se ríe (un poco) de los dogmas eléctricos.

El secreto está en los seis tiempos y el hidrógeno

La gran novedad no es solo añadir tiempos al ciclo tradicional. Sí, Porsche también jugueteó con la idea, pero Mazda va más allá: su motor puede alimentarse tanto de gasolina como de hidrógeno. Y aquí empieza la magia (sin varita). El sistema utiliza un catalizador y un proceso de reforma del combustible, consiguiendo que el CO2, en vez de salir por el escape, se quede en el coche. Vale, no es exactamente magia negra, pero para los amantes de la combustión suena casi igual de bien.

¿Cómo funciona realmente este invento?

El truco está en aprovechar parte del calor y los gases para reformar el combustible dentro del propio motor. Así se logra obtener energía extra y reducir drásticamente las emisiones contaminantes. Al final del proceso, el CO2 producido no se libera a la atmósfera, sino que se almacena o se transforma. Eso sí, antes de sacar el confeti: todavía está lejos de llegar a los concesionarios.

Gasolina, hidrógeno y cero emisiones: ¿el trío perfecto?

Lo interesante es que este motor es tan versátil como un navaja suiza. Puede funcionar con gasolina convencional o hidrógeno, adaptándose a los combustibles sintéticos del futuro. Si las infraestructuras acompañan, sería posible circular sin emisiones directas de CO2. Eso sí, el sistema tiene sus retos: complejidad técnica, costes y la necesidad de gestionar ese CO2 “secuestrado” para que la ecuación tenga sentido.

¿El adiós definitivo al motor eléctrico?

Que nadie se emocione antes de tiempo. Mazda no pretende enterrar al coche eléctrico, pero sí dejar claro que la combustión aún tiene cuerda para rato. Esta propuesta demuestra que hay caminos alternativos y que la innovación no siempre pasa por enchufes y baterías gigantescas.

Lo que nos deja Mazda (por ahora)

El motor de seis tiempos de Mazda es una declaración de intenciones: no todo está inventado y aún queda mucho margen para sorprendernos. Si llegan a producirlo en masa –y superan todos los retos técnicos– podríamos estar ante una auténtica revolución silenciosa en la automoción.

¿La gasolina sin CO2 será realidad o un experimento más? Por ahora, solo sabemos que Mazda sigue empeñada en demostrar que a veces romper las reglas es el camino más interesante… y divertido.