Luca de Meo se va de Renault, jugada inesperada

El domingo por la tarde se mascó la tragedia (o la fiesta, depende de a quién preguntes). Luca de Meo ha largado como CEO de Renault. A partir del 15 de julio se va a buscar aventuras fuera del patio de la automoción. Y no llevaba ni cinco añitos en el puesto, pero claro, el sector está que arde y la danza de CEOs es rollo musical: Nissan, Volvo, Stellantis... todos cambiando de jefazo como de camisa.
El adiós de un jefe con estilo italiano
De Meo va a seguir currando hasta mediados de julio, mientras en los despachos ya están afilando cuchillos y revisando LinkedIn, a ver a quién enchufan ahora. Al frente del cotarro está Jean-Dominique Senard, presi del consejo, que le ha dedicado unas palabras de esas de mucho abrazo pero ya te puedes ir. Dicen que bajo su dirección el Grupo Renault ha vuelto a levantar cabeza, que la gama de producto mola y que han vuelto a crecer. Muy bien.
Por cierto, la directiva se siente tan segura de su pedazo de equipo que aseguran que la “Renaulution” seguirá viento en popa, o eso dicen hasta que llegue el siguiente chaparrón.
Un repaso por el currículum del señor De Meo
Luca no es uno cualquiera. Este tipo nació en Milán en el 67 con más carisma que un Alfa Romeo clásico. Empezó en Renault, sí, pero después se fue a trastear por Toyota, Fiat (ojo, que resucitó el mítico Fiat 500 en versión moderna), Volkswagen, Seat... y luego de vuelta a Renault. Le mola más reanimar marcas agonizantes que a tu vecino hablar del VAR.
Cuando estuvo en el Grupo Volkswagen se encargó del marketing en Audi, Lamborghini y Ducati. Y en 2015 se coló como CEO de SEAT, donde se sacó un as de la manga: Cupra. La marca deportiva que ahora ves hasta en pegatinas de cafeteras. Cambió los números rojos por récords de ventas y puso la marca a la altura de las grandes. Para quienes dicen que los coches españoles son aburridos: probad un Cupra León. Un cohete con alma de Seat. Cuando conduje uno casi me quitan los puntos; las levas, el ambiente racing y el turbo como una aspiradora poseída.
Y luego, Renault
Aquí no se anduvo con chiquitas. Metió el turbo a la electrificación, se inventó lo de “Renaulution” para modernizarlo todo y recuperó gloria clásica: Renault 5, Renault 4 y ahora va a tocar el Twingo de nuevo, estilo retro con tecnología del 2030. En esto de sacar del baúl modelos viejunos, De Meo ni disimula.
Modelos Renault, de abuelita a "me paso la M-30 como si nada"
A ver, que hoy Renault ya no es el coche de tu tía la que no pasa de 90 km/h.
- Renault Clio: El utilitario que no muere ni con agua bendita. El último Clio monta motores gasolina 1.0 y 1.3 TCe (que, si te cuadra, te saca 140 CV con consumo de mechero, y el E-Tech híbrido de 145 CV te deja ir en eléctrico por ciudad sin dramas). El nuevo diseño es mucho más agresivo, y por dentro acabados más serios. Ideal para primer coche o para reventar plazas de parking sin remordimientos.
- Renault Mégane E-Tech: Electrificación total. 220 CV eléctricos, autonomía rozando los 450 km (aunque ya sabemos que esto es lo que pone Renault, luego ponle 350-380 reales). Interior molón, con pantallón vertical, actualizaciones online y mucho gadget. Tracción delantera, aceleración suave y sin tirones, aunque el peso se nota si te vas de curvas alegres.
- Renault Arkana: SUV coupe, mezcla de berlina y todocamino. Motores híbridos e-Tech, rollo 140 y 145 CV, cambio automático, etiqueta ECO... Es el típico coche que ves en Pozuelo o en Madrid Río, con estética deportiva pero práctico. Eso sí, la visibilidad trasera, como siempre en los coupe-SUV, justita, pero si lo tienes de renting ni te rayas.
- Renault Captur: Otro que está petándolo en ventas. Mini-SUV, te sirve para la ciudad y para escaparte a la sierra. El 1.0 TCe de 90 CV es suficiente si eres tranquilo, el TCe de 140 CV ya da para más guerra. Y si vas de ECO, el híbrido enchufable ofrece unos 50 km eléctricos (según ficha técnica).
- Renault 5 y Renault 4: Los nuevos “deja vu”. El Renault 5 llega eléctrico, con batería de más de 50 kWh y potencias de hasta 150 CV. El 4 apunta a SUV, también 100% eléctrico. En serio, el diseño es brutal, guiño total a los originales, pero con pantalla, asistencias y hasta maletero decente. Si quieres postureo en el barrio, estos están al caer.
- Renault Twingo: Vuelve en eléctrico. El anterior, tras conducirlo, digo que era juguete puro: radio, dirección facilísima y pequeño para la ciudad, aunque la autonomía justa. El nuevo promete dar guerra para los que buscan coche urbano 100%.
- Renault Austral: Sustituto espiritual del Kadjar, segmento SUV medio. Motores híbridos hasta 200 CV, mucho modo ECO y etiqueta para entrar a la almendra de Madrid a capricho.
- Renault Espace: Siete plazas, pero ahora es SUV, ya no monovolumen tocho. Híbrido, casi 200 CV, buen consumo y espacio para medio equipo de fútbol. Lo han fusionado con el Austral, y lo que pierdes de altura lo ganas en comodidad.
- Modelos comerciales (Kangoo, Trafic...): El Kangoo eléctrico es ideal para repartir en ciudad. Hasta 300 km de autonomía WLTP y carga rápida. En diésel aguanta lo que le echen y a cada taller va menos que tú al gimnasio.
De la industria a la alta costura
Ahora Luca se va, presuntamente, al grupo Kering, que son los amos de maisons tipo Gucci, Balenciaga o Saint Laurent. Va a pasar de coches eléctricos a bolsos y desfiles. Curioso.
¿Qué pasa ahora en Renault?
Con la salida de De Meo, Renault tiene modelos eléctricos en rampa, diseño que mola y un equipo que sabe qué es lo que triunfa en España: coches cómodos para currar, moverse por ciudad y con motores que no maltraten el bolsillo ni la ZBE. Veremos si el próximo CEO mantiene la marcha. Y si algún día se vuelve a hacer un Clio RS puro, porque yo echo de menos la vieja escuela y no tanto SUV.