Los coches chinos son el nuevo e inesperado imán para ladrones en Europa

Las marcas chinas han aterrizado en Europa como quien llega a una fiesta sin invitación y, claro, captan todas las miradas. Sus coches prometen buena relación calidad-precio, tecnología y ese exotismo asiático que tanto nos mola últimamente. Sin embargo, hay un detalle que se les ha colado por debajo del radar y que ahora está dando mucho que hablar: la seguridad frente a los amigos de lo ajeno.
Mientras que en los anuncios presumen de pantallas gigantes, tapicería de última generación y motores eléctricos para todos los bolsillos, algunos fabricantes han descuidado un pequeño detalle... Las cerraduras y sistemas antirrobo parecen más bien de juguete. Literalmente.
¿Por qué son tan vulnerables los coches chinos?
El ahorro de costes está detrás de muchas decisiones en la industria automovilística, pero los fabricantes chinos han llevado ese mantra al extremo. En Reino Unido, donde se roba un coche cada cuatro minutos (sí, has leído bien), los modelos asiáticos han pasado a encabezar la lista de favoritos entre los ladrones. Y no es porque sean más bonitos ni más rápidos, sino porque son sorprendentemente fáciles de abrir.
Un reciente estudio de aseguradoras británicas ha destapado el pastel: la mayoría de estos coches monta cerraduras casi de plástico y carece de alarmas o inmovilizadores efectivos. ¿Resultado? Los cacos pueden abrirlos casi con solo mirarlos. Es como si llevaras la puerta de casa cerrada con una cuerda.
Tornillos y tuercas: otra debilidad inesperada
No solo las puertas son un coladero. Los tornillos de las ruedas tampoco cuentan con sistemas antirrobo sofisticados. Puedes desmontar una rueda usando herramientas comunes del maletero. Así que, si piensas dejar tu nuevo coche chino aparcado en la calle, mejor échale un ojo cada cinco minutos o aprende a correr.
¿Por qué ocurre esto? Falta de adaptación y desconocimiento europeo
Las marcas chinas llevan poco tiempo en Europa y muchos fabricantes todavía no han entendido que aquí los ladrones son más listos que el hambre. En China, el robo de coches no es tan común, así que invertir en sistemas antirrobo no era prioridad. Pero aquí, entre que los coches llaman la atención y las cerraduras parecen de mantequilla, la combinación es explosiva.
Las aseguradoras ya se están hartando
Como era de esperar, las compañías aseguradoras han empezado a recibir reclamaciones a mansalva. No es raro ver modelos BYD o similares con primas al alza o incluso dificultades para asegurar ciertos vehículos. El mensaje es claro: si quieres vender coches aquí, vas a tener que ponerte las pilas con la seguridad.
¿Solución a la vista? Producir en Europa podría ser el primer paso
Algunas marcas ya están planeando fábricas en territorio europeo. Esto no solo mejorará la calidad percibida del interior o los motores, también será una oportunidad para adaptar sus sistemas antirrobo a nuestras costumbres... y a nuestros cacos.
¿Merece la pena arriesgarse?
Los coches chinos siguen siendo una opción interesante por su precio y equipamiento, pero ojo con dejarse llevar solo por el brillo del salpicadero digital. Si no quieres que tu coche nuevo sea parte del botín semanal de algún ladrón británico (o español), asegúrate de preguntar por la seguridad antes de firmar nada.
Porque aquí una pantalla de 15 pulgadas no te va a salvar la cartera si las cerraduras son de broma.