Lexus LFR, V8 atmosférico de 5.2 litros, ¡Adiós a la discreción!

Hay coches nuevos que llegan y nadie se entera. Pero lo del futuro Lexus LFR se va a oír como un trueno. Los japoneses están preparando un bicho gordo, y no uno cualquiera: hablamos del heredero directo del LFA. Un pepino así merece ser explicado, pero sin dormir a nadie.
Del concept car de Toyota a la realidad de Lexus
El asunto viene de un concept car de Toyota, el GR GT3, presentado en Tokyo hace nada. Pero no te emociones con ese nombre. El de serie para calle será Lexus LFR. Los de marketing de Lexus no suelen firmar cosas con rotulador en los cristales, pero aquí tocaba marcar que es el sucesor del LFA. Lo de "F" no es casualidad (¿te suena RC F, LC F y demás? Sí, ahí va el rollo deportivo de la marca).
¿Pinta? Culo gordo, morro afilado y ventilación everywhere
Se dice “superdeportivo japo” y ya imaginas luces traseras futuristas y órbitas de escape sacando fuego. El LFR quiere ese rollo pero con su propia cara: los prototipos que ruedan cerca de los circuitos tipo Pikes Peak van con un frontal enorme, un capó agujereado de ganas de respirar y todo tipo de aberturas.
Mucho ventilador y vídeo-espía mostrando la carrocería larga, con pasos de rueda a lo Hulk. Por detrás olvídate del alerón tipo “aquí llego yo” del concept de Toyota, pero hay difusor bien gordo y salidas de escape laterales. El diseño recuerda mucho más a un Mercedes-AMG GT que a cualquier Lexus que hayas visto en la calle. Y no es casualidad, porque han cazado prototipos probando pegados a un AMG GT como si fueran amigos de toda la vida.
La cabina va tirando hacia atrás, en plan "tú aquí sentado y delante todo motor". Casi parece un muscle car japonés, pero fino, que para algo llevan años entrenando con el LFA.

Puro músculo V8 y nada de susurros eléctricos... de momento
A los de Lexus les va la marcha y lo suyo ha sido siempre el motor gordo. Aquí la cosa apunta a un V8 atmosférico de 5,2 litros. Eso significa sonido bruuuum real (ya sueñas con escapada al Jarama). El bloque sería el mismo V8 que monta el RC F GT3 de competición, pero subido de vueltas y poniendo más de 500 caballos sobre la mesa.
El prototipo caza-vídeos sonaba a V8 puro, nada de filtro para vecinos. Y la mecánica encaja bien bajo el capó larguísimo. Lexus no ha abierto la boca oficialmente. Igual se sacan un as de la manga y sacan versiones más asequibles con bloques más pequeños, o empiezan con híbridos para Euro7, que aquí en España ya sabemos lo que hay con las etiquetas. Pero lo serio será gasolina, y gordo.
He llevado el RC F en circuito y si ese V8 se afina un poco para la versión LFR, olvídate de filtros de Instagram: el grito del motor es de los que te pega en el pecho. Todo directo, ni turbos ni cosas raras.
¿Cuándo y dónde ponerle la alfombra roja?
Tienes dos versiones: la de carreras y la de calle. Toyota va a lanzar antes el GR GT3 para circuitos, seguramente en las 24 Horas de Daytona de enero de 2026. Pero el LFR “civilizado” tendrá que esperar. Calcula que para verano, si no llueve gasolina por el camino, lo podrás ver en escaparates (los pocos Lexus que lo reciban) y seguramente en los circuitos de España para presentaciones a prensa y clientes premium.
Ojo, que el GR GT3 debería haber llegado en 2025, pero por líos de homologación del coche de calle han retrasado el plan. Así que “2026” es un poco wishful thinking, aunque en Japón si prometen, suelen cumplir.
Cuánto vale subirse… y bajarse temblando
El LFA costaba más de 400.000 euros de los de antes de la inflación loca. A día de hoy, con la subida de precios de todo, raro será ver el LFR por debajo de ese listón. Y espérate a la reventa si sale edición limitada, porque entonces prepárate para ver anuncios por más de medio kilo.
En España lo normal será que solo lo tengan cuatro concesionarios de Lexus y que ver uno por la M-30 sea como ver un Ferrari azul. La pasta manda, pero el que pueda, que lo disfrute.
¿Rivales? Europeos en el punto de mira
El enfoque del LFR es claro: va contra el Mercedes-AMG GT, el Porsche 911 Turbo, el Audi R8 (si le queda vida…) y, por supuesto, contra los deportivos italianos cuando el japonés se saque los galones en Nürburgring. El LFR no quiere plantar cara a los eléctricos, sino ser el último samurái del V8 puro, al menos mientras la UE deje venderlos.
Detallitos que no se cuentan pero se intuyen
– Bastidor: seguro al aluminio y fibra de carbono, nada de acero para tontos.
– Peso: será bajo, pero seguro que por encima de 1.500 kg, porque con tanta normativa no hay quien baje de ahí.
– Interior: esperar calidad premium y gadgets japos, pero sin dejar que el diseño corte el rollo racing
– Producción: Lexus nunca hace 10.000 LFA ni LFR… esto huele a centenares, no a miles.
¿Te imaginas ir a la ITV de tu pueblo con esto?
Sólo con escuchar el motor V8 a ralentí, el de la estación te haría la foto para el Facebook. Y no sería para menos: ver un japonés echando fuego sin turbos, con el ADN del LFA y nombre de coche de concepto, siempre será un espectáculo.
La mala noticia: para la mayoría, tocará soñar con verlo rodar en algún evento de Madrid Auto o en algún trackday en Montmeló. Si la suerte te sonríe, igual lo ves en la calle pegado a un 911, y entonces sí, lo de los supercoches japoneses vuelve a tener sentido.