Leapmotor no fabricará en España hasta mínimo hasta el tercer trimestre de 2026

La invasión china de coches eléctricos en suelo europeo parecía ir sobre ruedas, pero una de las marcas más prometedoras, Leapmotor, ha decidido pisar el freno justo antes de cruzar la línea de meta. Si esperabas ver sus modelos “made in Spain” en la carretera pronto, será mejor que te sientes: toca esperar (y no poco).
Un plan eléctrico que se apaga temporalmente
Leapmotor, la firma asiática apadrinada por Stellantis, tenía todo listo para hacer ruido desde la planta de Figueruelas, en Zaragoza. Su idea era fabricar allí dos de sus apuestas eléctricas: el B10, flamante recién llegado al mercado europeo, y el compacto B05, presentado con bombo y platillo en el último Salón de Múnich.
Pero como en cualquier buena novela de suspense automovilístico, la trama se complica. Lo que parecía inminente ha quedado en stand by. Según las filtraciones más recientes (que corren de boca en boca más rápido que un Tesla en modo “ludicrous”), el arranque de la producción se retrasa como mínimo hasta el tercer trimestre de 2026. Eso son seis meses más tarde de lo que los optimistas habían imaginado.
Rumores y certezas: ¿qué está pasando realmente?
Aunque Leapmotor no ha dado la campanada oficial sobre este retraso, los rumores se han convertido en el plato fuerte del menú. Lo único claro es que la marca sigue tanteando dónde plantar bandera definitiva en Europa, pero España sigue siendo su favorita para la fiesta eléctrica.
El plan era sencillo: arrancar con el B10 a principios de 2026 y sumar después el B05. Ahora, ni uno ni otro parece tener prisa por salir a escena. La razón exacta permanece bajo llave, aunque todo apunta a cuestiones estratégicas y, por supuesto, a ese viejo conocido llamado “incertidumbre del mercado”.
¿Polonia? No, gracias: una historia de aranceles
Antes de enamorarse de Zaragoza, Leapmotor tuvo un breve romance con Polonia. Allí, en la planta de Tychy, llegaron a ensamblar el pequeño T03 durante unas semanas. Pero la luna de miel duró poco: la política arancelaria polaca contra las marcas chinas les dejó claro que no era el lugar ideal para expandirse en Europa.
Así que adiós a Polonia y hola (con reservas) a España. Ahora toca esperar a que se disipen las dudas y se confirme oficialmente lo que todos esperan: Figueruelas será el epicentro de los próximos Leapmotor europeos.
¿Qué significa este retraso para el coche eléctrico español?
El aplazamiento no es solo cuestión de fechas. Para la industria española supone dejar en pausa la creación de empleo y la llegada de modelos eléctricos competitivos y asequibles. Figueruelas podría convertirse en referente del coche eléctrico chino en Europa, pero por ahora toca armarse de paciencia.
La buena noticia es que Leapmotor no ha quitado España del mapa. La mala es que tendremos que esperar un poco más para ver sus coches saliendo de Zaragoza rumbo a nuestras carreteras. Mientras tanto, cada retraso es una oportunidad para que otras marcas ajusten su estrategia o para que los fabricantes locales afinen sus propias propuestas eléctricas.
¿Moraleja? En el mundo del motor, nada está escrito… hasta que las primeras unidades salen por la puerta de la fábrica.