La nueva pegatina roja de la DGT: el misterioso distintivo que señala a los coches autónomos en pruebas

Por si no teníamos suficientes colores pegados al cristal del coche, la DGT ha decidido darle un toque de rojo a las calles españolas. Pero, ojo, que esta vez no se trata de distinguir entre diésel y gasolina, ni de saber si tu coche es más “verde” que el aguacate de la ensalada. Desde junio de 2025 han empezado a circular vehículos con una llamativa pegatina roja. Y no, no es un homenaje a Ferrari: es el nuevo distintivo para coches autónomos en pruebas.
¿Qué significa realmente la pegatina roja?
Esta flamante etiqueta no va a decidir si puedes aparcar en el centro o si tienes que dejar el coche en las afueras. Su función es mucho más futurista: identifica a los vehículos automatizados que participan en ensayos, experimentos y proyectos piloto de conducción autónoma en vías abiertas al tráfico. Es decir, si te cruzas con un coche que luce esta pegatina, está colaborando con el avance de la tecnología automovilística bajo vigilancia y supervisión.
Pero tranquilo, cruzarte con uno no significa que dentro del coche haya solo aire acondicionado y un asiento vacío. Estos vehículos deben estar supervisados por un conductor humano (al menos, hasta que Skynet decida lo contrario).
¿Qué es el Programa Marco para Pruebas de Vehículos Automatizados?
Para poner orden en el desarrollo de la conducción autónoma, la DGT ha lanzado este programa, convirtiendo a España en pionera al establecer el primer marco legal y técnico para que los ensayos con coches autónomos se realicen en carreteras abiertas y bajo ciertas condiciones. La pegatina roja certifica que ese coche no está “jugando a ser Tesla” por su cuenta, sino que realiza pruebas legales, controladas y autorizadas.
Así, peatones, ciclistas y conductores pueden identificar de un vistazo estos vehículos especiales. Y si alguna vez te preguntaste cómo sabrías que acabas de ser adelantado por un robot… ahora tienes la respuesta.
¿Cómo es la pegatina roja y dónde se coloca?
Olvida cualquier fantasía artística: la etiqueta es circular y de color rojo intenso, lo suficientemente visible como para que hasta tu abuela la distinga desde el autobús. En el centro lleva el pictograma de un coche con dos pasajeros enfrentados y una antenita de Wi-Fi coronando la escena. Todo muy Black Mirror.
Además, incluye tres campos clave: un código QR (para los curiosos que quieran escanearlo), la matrícula del vehículo y el número de autorización específico del ensayo. La ubicación tampoco deja lugar a dudas: debe ir pegada en la esquina inferior izquierda del parabrisas delantero, justo al otro extremo donde vive la etiqueta medioambiental de toda la vida. En algunos casos autorizados, puede duplicarse y situarse también atrás.
¿Quién puede solicitar la pegatina roja?
No basta con tener un coche lleno de sensores para lucir este distintivo. Solo fabricantes de automóviles, empresas tecnológicas, centros de I+D y entidades autorizadas que participen en proyectos piloto pueden pedirla. Y hay papeleo: hay que presentar una solicitud formal detallando aspectos técnicos del vehículo, nivel de automatización, zonas de prueba autorizadas, medidas de seguridad y objetivos del ensayo.
Y aunque tengas un coche que aparca solo y te habla con voz sexy, sólo podrás optar al sello rojo si participas dentro del marco legal y bajo condiciones muy estrictas.
¿Puede circular un vehículo con pegatina roja sin conductor?
Por ahora, no. La presencia humana sigue siendo obligatoria durante las pruebas, aunque el coche sea capaz de hacer más cosas por sí solo que muchos conductores despistados en hora punta. El distintivo simplemente certifica que ese vehículo está autorizado para probar funciones autónomas dentro de los límites legales y siempre con supervisión.
Niveles de automatización: lo que debes saber
Para los más techies (y los que temen quedar obsoletos antes que su coche), hay varios niveles reconocidos de automatización, desde sistemas asistidos hasta vehículos totalmente autónomos. La DGT contempla toda esta gama en su programa; pero, independientemente del nivel, todos los coches en pruebas deben cumplir las mismas normas estrictas y mostrar el distintivo rojo.
¿Por qué importa esta nueva pegatina?
Además de ser una curiosidad visual para los observadores del tráfico, la llegada de este distintivo marca un paso clave hacia el futuro de la movilidad en España. Permite identificar rápidamente a los vehículos en fase experimental y tranquiliza a quienes comparten carretera con ellos: están controlados, vigilados y cumplen con todas las garantías.
Así que la próxima vez que veas un coche con pegatina roja, no pienses que es una sanción ni una moda extravagante. Estás ante el futuro sobre ruedas… todavía bajo supervisión humana.