KIA diciendo adiós al aburrimiento: compactos a saco y los SUV que esperen

KIA diciendo adiós al aburrimiento: compactos a saco y los SUV que esperen
¡KIA EV4 el primero de muchos!

KIA, que hasta ahora parecía que sólo sabía hacer SUV a cascoporro (¿has visto su catálogo en España últimamente? Una jungla de Sportage, Niro, Stonic, XCeed, EV2, EV3, EV5, EV9 GT...), de repente ha girado el volante fuerte y dice: “oye, que no sólo de SUV vive el conductor español”.

Adiós rutina, hola segmento C

Sí, los SUV están por todas partes. Los compactos, esos coches que hace unos años llenaban parkings de universidad y calles secundarias, han ido perdiendo su sitio. Entre tanto crossover y suvvitis aguda, hasta el segmento B se come su bocadillo en el recreo. Pero KIA viene con ganas de bronca sana, fijándose en el terreno que aún domina el Golf y compañía.

No te creas que abandonan el rollo electrificado. EV4, Ceed y ProCeed están ahí diciendo “presente, jefe”. Pero lo que mola es que KIA va a contracorriente: apuestan por el compacto puro y duro, listos para arrebatar clientes a Volkswagen, que ya sabemos cómo anda el Golf últimamente.

El primer cebollazo: KIA EV4

Aquí la marca se lo ha currado. El KIA EV4, que llega tanto como berlina como “hatchback”, es el primer eléctrico 100% de la marca made in Europa. Y cuando digo made in Europa, te hablo de Eslovaquia, que últimamente es como el Silicon Valley de las fábricas de coches.

El EV4 no es sólo un ejercicio de diseño molón. Es quintaesencia de lo que ahora se lleva: plataforma específica para eléctricos, espacio interior aprovechadísimo, diseño que no te deja frío. No se han rajado: este coche quiere ser la alternativa al ID.3 pero sin ese aire de oficina alemana.

Sobre datos, lo que sé es que comparte línea de producción con el Ceed cinco puertas. Berlina de Corea del Sur, pero el “hatch” será made in la UE, que luego se nota en los plazos de entrega y en la garantía de calidad. De potencias, todavía la marca guarda cifras, pero lo normal será ver rangos entre 150 y 220 caballos para estas versiones eléctricas, baterías con bastante autonomía (siempre prometen 400 km, ya veremos cuánto de real en el día a día), carga rápida y equipamiento digital hasta en los hueveros.

Frenada regenerativa, asistentes de conducción, pantallas grandes, y una app para controlar el coche desde el móvil. Bastante lejos de aquel primer KIA Ceed que parecía más un coche para renting que otra cosa.

He probado algún eléctrico KIA de esta misma plataforma y van suaves, cero ruidos, aceleran pegadito al asiento y te olvidas de la gasolina. Eso sí, si pisas en serio, la batería vuela. Por ciudad, gloria. En autovía, ojo que hay que planear las cargas.

K4: el regreso de los compactos de verdad

Ahora viene la canelita fina. El K4 sustituye al Ceed (despídete de tu utilitario de toda la vida), pero no se cierra puertas: llegará en hatchback y, seguramente, en versión familiar. ¿La berlina de tres volúmenes? Mejor la dejas para mercados donde todavía la usan para ir a bodas.

La gracia está en que el K4 hatchback que veremos aquí se fabricará en México y llegará con motores de combustión, probablemente microhíbridos para no pillar etiquetas viejunas en la DGT. No han soltado cifras exactas, pero el segmento pide gasolina turbo de 120-150 CV, y si eres de pisarle más, seguro que alguna versión GT se cuela con cifras más gordas.

KIA lo tiene claro: el VW Golf es el rival. Y van a saco con diseño, digitalización, acabados cañeros y motores un poco más atrevidos. Nada que ver con aquellos coches de los 2000 que sólo triunfaban en renting. Ahora quieren a la peña joven y a los que están cansados de SUV.

Lo que mola es que el familiar va a hacer que dejes de mirar el Skoda Octavia o el Focus Wagon. Más maletero, mejores acabados, y motores eficientes. Si eres ciclista, surfista o trasladas media banda de música, este formato lo va a petar.

El Ceed y su relevo: ¿adiós para siempre?

El Ceed sigue en producción, pero KIA no disimula: su futuro tiene las horas contadas cuando el K4 coja ritmo en Europa. Antes era el compacto “de batalla”, pero el mercado pide tecnología y posturéo, y el K4 va a ser bastante más guapo.

La cosa es sencilla: los nuevos modelos irán equipados hasta las cejas, con interior digital, pantallas grandes, asistentes de conducción al nivel de los premium (esto ya lo he visto en los últimos modelos que he tocado y, te juro, ahora un KIA lleva más ayudas a la conducción que muchos alemanes de hace cinco años), y sobre todo, mucho look coupé, poco toque abuelo.

Golf, lupa y aspirinas

Aunque el Golf no pase su mejor momento, sigue siendo el objetivo. El K4 entra para comerle la tostada y KIA sabe que si te cargas al rey, el resto te aplaude. La pena para VW es que el segmento C ahora es territorio hostil para ellos, entre eléctricos chungos y la competencia coreana, la fiesta está animada.

Esperamos ver motores gasolina, mild hybrid y probablemente alguna variante híbrida enchufable. Los diésel van a ser minoría, y la oferta girará en torno a los 1.0 y 1.5 turbo, cajas automáticas DCT (cambios rapidísimos si te mola hacer adelantamientos en nacional), y mucha conectividad.

Ni guerra de precios ni locuras

KIA no quiere liarse a bajar precios como una tienda de móviles chinos. Prefieren pelear por servicios postventa, rápidas entregas, suministro de piezas sin dramas y una experiencia de cliente que no te deje buscando piezas en eBay.

Tras un año de recortes en ventas (bajaron más del 13% en Europa), toca apretar aún más el lápiz. Pero con esta ofensiva de compactos, la marca coreana va a dar guerra. Los SUV ya aburren, los compactos vuelven a molar. El resto, ya lo veremos en las calles.