Jarro helado para BYD, la recarga rápida británica les pasa por encima

Imagínate que vas a cargar tu coche eléctrico y tienes que esperar 40 minutos para volver a tener marcha. Pues olvídate de eso. Llega RML Group, una empresa británica, y suelta una batería llamada VarEVolt que lo cambia todo y deja a los chinos de BYD un poco fríos. Literalmente, estamos hablando de recarga completa en 18 segundos. Sí, has leído bien. Ni te da tiempo a pedir un cortado en la gasolinera.
VarEVolt la han hecho para hiperdeportivos, esos coches que en España ves solo en la tele o de milagro en el parking de algún millonario en Marbella. Lo flipante es su tasa de carga y descarga: 200C. O sea, puede cargarse 200 veces más rápido que una batería normal. Las del Porsche Taycan, que no son precisamente lentas, se quedan en 5C. Toma comparación.
Datos técnicos que te dejan loco
La batería VarEVolt llega a entregar 6 kW por cada kilo. Si te mola cómo suena, atento: el Czinger C21, uno de esos hiperdeportivos yankees que ya lleva este sistema, puede soltar 4,5 kWh en menos de un minuto (40 segundos, para ser exactos).
C21 Standard: 1.250 CV. Y si te va el rollo aún más bestia, la Blackbird sube hasta 1.368 CV. Esos caballos no los ves ni en un concesionario todos juntos. Lo gracioso es que la batería no se despeina; entrega toda esa potencia sin pestañear.
Si pasas de los superdeportivos (como casi todo el mundo aquí), piensa en lo que puede suponer para las furgos de reparto, buses urbanos o taxis eléctricos, sobre todo con la guerra que tenemos en Madrid montando cargadores rápidos donde haga falta.
En España, hay quien todavía se queja de que cargar un eléctrico es un tostón. Con algo como VarEVolt, esas quejas se van al garete.
BYD y su Super e-Platform, ¿tanto ruido?
Mientras tanto, el gigante chino BYD había presentado no hace mucho la e-Platform de segunda generación, la Super e-Platform. Muy guapa sobre el papel: recarga máxima de 1.000 kW. Con eso, tu coche gana 2 km de autonomía... ¡por cada segundo enchufado! En cinco minutos, dices que tienes otros 400 km listos para tirar millas.
La realidad en España es que cargadores de tanta potencia no te los encuentras ni en sueños en la mayoría de zonas. Como mucho algunos Ionity a 350 kW y gracias. Tener un coche capaz de meter 1.000 kW y vivir aquí es como tener una PS5 y la tele en blanco y negro de tu abuela. BYD va fuerte, pero aquí hay mucho por hacer en infra.
Hace poco estuve probando el BYD Seal U, la berlina eléctrica que compite en precio y tamaño con el Model Y. Sensaciones buenas, aunque el punto flojo sigue siendo la práctica a la hora de buscar recarga ultra rápida fuera de las grandes ciudades. El sistema de gestión de batería es bastante eficiente; la pantalla te da toda la info y puedes controlar la carga para alargar vida, pero no tiene nada que hacer frente a la barbaridad de potencia instantánea de VarEVolt.
Cómo lo ha montado RML Group: modular y a medida
RML Group lo ha hecho simple pero muy bestia: diseño modular para poder montar VarEVolt en lo que quieras, desde un bólido del futuro hasta uno antiguo. Si eres de los que tienen un pepino clásico en el garaje y mucho dinero, podrías pedir que te adapten la batería y salir quemando rueda eléctrica.
No encontraron proveedores para lo que pedían, así que se hicieron las celdas y todo el sistema de gestión energética a su medida. Resultado: la batería cumple norma ONU ECE R100, o sea, que la puedes montar legalmente si eres fabricante y no quieres líos con papeles aquí en Europa.
Ahora mismo la producción es limitada. Pero si un fabricante OEM quiere, pueden darle caña a la cadena de montaje y poner estas baterías en coches de serie.
¿Solo para supercoches? Pues no
El golpe fuerte es para los que decían que cargar un eléctrico era superlento. Este tipo de tecnología modular lleva potencial para explotar en el sector industrial, la logística de última milla (esos repartidores de paquetes desesperados por no quedarse secos en mitad de Getafe) o incluso para vehículos autónomos.
Imagínate un bus en plena Gran Vía cargando en una paradita más rápido de lo que el abuelete de la EMT se sube al asiento. O drones de reparto, o incluso flotas de taxis que cargan y siguen faenando. Todo ultra rápido. La idea va mucho más allá de los vetados hiperdeportivos de precio millonario.
España y la realidad de la recarga
En nuestro país, mientras algunos fardan de cargadores ultrarrápidos, otros siguen peleándose con los dichosos puntos bloqueados o que no cargan a más de 22 kW por falta de potencia contratada o de infraestructura.
Mucha gente aquí cobra todavía el susto con su primera factura si abusa de carga rápida en casa. Si bajaran los tiempos de carga a estos niveles, con una tarifa adecuada, los coches eléctricos entrarían hasta en los planes de la peña que sigue prefiriendo un diésel de segunda mano.
Lo realmente loco sería ver VarEVolt montada, aunque sea en pruebas, en algún proyecto piloto español. Aunque las marcas aquí son tradicionales, y los chinos no sueltan la corona tan fácil, seguro que a CUPRA o a la gente de Irizar les molaría meterle mano a esto para buses de ciudad.
La revolución eléctrica a veces llega desde donde menos lo esperas. A ver qué hacen los demás para pillar a los británicos en esta carrera de segundos.