Honda Civic Type R, la bestia dice adiós

Honda Civic Type R, la bestia dice adiós
Honda Civic Type R se despide con el Ultimate Edition

Ya lo habrás oído por ahí: Honda nos deja sin el Civic Type R en Europa este año. Lo presentaron en verano de 2022 y venía siendo un sueño húmedo para los frikis de los compactos deportivos. El rollo es que apenas trajeron unidades a España. Aquí, quien lo tiene, parece que guardara un tesoro, y bien que hace.

La sexta generación del Civic Type R había puesto el listón tan alto, que los rivales sudaban aceite. No hay más que ver cómo iba ese bicho en cualquier tramo que te eches: precisión, fuerza, sonido de verdad, nada de aspiradoras eléctricas. Y ahora, de repente, nos dejan con ganas de más.

Ultimate Edition: para fanáticos con buena cartera

Honda, lo suyo es ir a lo grande. Han montado una edición limitada para el adiós: la "Ultimate Edition". Es blanca Championship y lleva detalles en rojo. No es postureo, es homenaje a su primer Fórmula 1 ganador. Además, iba cargada de fibra de carbono y hasta tenía una luz proyectando el logo “Type R” en el suelo cada vez que abres la puerta. Menudo flipao el coche. Reconócelo, quien se cruza contigo ante el coche encendido ya sabe que no eres cualquiera.

El caso es que sólo hay 40 unidades de esta edición para toda Europa. Eso sí es exclusividad. Lo gordo es que ni un miserable coche de esos llega a España. No, ni de coña. Si quieres uno, a soltar pasta por el Type R normal, que igual lo tienes, pero sin la cajita de regalo conmemorativa ni las pijadas exclusivas.

Type R en España solo hasta diciembre, luego empieza la reventa

Que no cunda el pánico para los que aún lo quieren. Honda España mantiene la venta del modelo “standard” hasta diciembre de 2025. Y ojo con el dato: 58.850 euros de PVP sin financiar. Si vas con el plan de financiación, sueltas 475 euros al mes, que para ser un deportivo con 329 caballos no está mal, aunque tampoco te compres piso a la vez.

Tengo colegas que lo han pillado así, y lo cierto es que va genial en carretera, sobre todo por el feeling del cambio manual y por cómo empuja el bicho saliendo de rotondas – es tan pegadizo que parece que va sobre raíles. Y esa palanca metálica, ufff, puro vicio. Es una de esas cosas que no quieres que se pierdan con tanto eléctrico.

Ojito con el motor: 329 CV de pura mala leche

Vamos a la chicha técnica. Bajo el capó, va un 2.0 litros turbo, VTEC, que saca 329 CV y 420 Nm de par máximo. Esto se traduce en aceleraciones de otro planeta: le pisas y te sube la risa floja. Ese turbo entra a bajas vueltas y tira como si debieras algo. No tiene nada que ver con compactos “de pega” que ves en el renting.

Tengo la suerte de haberlo llevado en circuito hace unos meses. Aluciné con el equilibrio del chasis. Viene con diferencial autoblocante y una puesta a punto que hace que no menée el culo. Frena duro, no se embala y el tacto del pedal es de coche de carreras. El sistema de suspensiones es mágico: suficientemente firme para ir rápido, pero sin romperte la espalda en carretera nacional. Es lo que en castellano se llama “tener dos pares de narices”.

Interior molón y configuraciones para todos los gustos

El Civic Type R no va solo de correr. Dentro es otra película. Hay cinco colores de carrocería: gris Sonic perlado, negro Cristal perlado, rojo Rally, blanco Championship y un azul Racing perlado que mola bastante. Por dentro, el tapizado en ante rojo te grita “deportivo” en toda la cara. Todo lo que tocas es de verdad: pedales y pomo de acero inoxidable, sensación racing total, ni plásticos feos ni historias.

El selector de modos te permite ir desde “Comfort” para ciudad (lo que dura ese modo… lo justito para no asustar abuelas), hasta el “+R” que lo pone todo en modo bestia. El sonido mejora con el escape activo, y en autopista puedes hacer medias ilegales sin pestañear (no voy a meterme en líos, pero para tragarte Madrid-Valencia, ni te enteras).

El futuro: adiós gasolina, hola líos de normativas

Todo esto pasa por culpa de las normativas europeas. Honda se adapta, nos dicen, y lo cierto es que los deportivos de gasolina tienen los días contados. El Civic Type R siempre fue el tope de gama, el coche que separa a los niños de los hombres (y de las mujeres que saben de coches). Ahora, el sector cambia, llegan eléctricos a saco, pero aún hace falta mucho para encontrar un eléctrico que te saque la misma sonrisa al salir de una curva.

Por eso, si tienes ocasión de hacerte con uno de estos Civic, ni lo pienses. Dentro de nada, se pedirán a precio de oro en segunda mano y los coleccionistas los van a querer como quien guarda billetes del Monopoly.

Y aquí seguimos los petrolheads, quitándonos las lágrimas con el ante rojo.