¿Híbrido enchufable o eléctrico puro? Volvo sorprende con un millón de PHEV en carretera y cambia el guion

¿Híbrido enchufable o eléctrico puro? Volvo sorprende con un millón de PHEV en carretera y cambia el guion
Erik Severinson, Volvo: "El futuro es eléctrico, pero hay que llevar a los clientes al ritmo adecuado"

En el mundo del motor, lo que hoy es dogma mañana puede ser anécdota. Y si no, que le pregunten a Volvo. La marca sueca había prometido hace pocos años que, para 2030, sus catálogos solo mostrarían coches eléctricos puros y duros. Incluso algunos apostaban que serían los primeros en la meta. Sorpresa: en 2024 Volvo decide recalcular ruta y, lejos de esconderlo, celebra a bombo y platillo que ya ha puesto en la calle su híbrido enchufable número un millón.

¿Cambio de chaqueta? Más bien, cambio de marcha. Por mucho que la electrificación total sea el futuro soñado (y, según Bruselas, obligatorio desde 2035), en la vida real las cosas van despacio. Y Volvo ha decidido ser práctico: los híbridos enchufables (PHEV, para los amigos) son el puente ideal para quienes aún no ven claro pasarse al enchufe al 100%.

El híbrido enchufable: ni carne ni pescado, pero con mucho sabor

El planteamiento de Volvo es tan lógico como un café antes de un lunes. Mientras los eléctricos puros siguen esperando a que los puntos de recarga crezcan como setas en otoño, los PHEV ofrecen flexibilidad: puedes hacer trayectos diarios con cero emisiones gracias a autonomías eléctricas de más de 100 km y, si necesitas más, ahí está el motor térmico para sacarte del apuro sin sudar la gota gorda buscando enchufes.

Esto significa que muchos usuarios pueden usar su Volvo PHEV como si fuese un eléctrico para el día a día y olvidarse del cargador si surge una escapada improvisada. ¿La infraestructura todavía no acompaña? No hay problema: el híbrido enchufable no se inmuta.

Estrategia sueca: ni blanco ni negro, escala de grises bien aprovechada

Erik Severinson, director comercial de Volvo Cars, lo tiene claro: “El futuro es eléctrico, pero hay que llevar a los clientes al ritmo adecuado”. Y mientras tanto, actualizarán y renovarán sus híbridos sin complejos. Así pueden seguir jugando en dos ligas a la vez: la del presente (PHEV) y la del futuro (eléctrico puro), sin dejar colgados a quienes quieren electrificación pero no están listos para dar el salto completo.

Actualmente, el menú sueco incluye cinco híbridos enchufables y seis eléctricos puros. Y por si fuera poco, siguen apostando por versiones microhíbridas para quienes buscan algo más suave. Un catálogo equilibrado para todos los gustos.

De pionero a referente: cifras que quitan el hipo

Volvo fue pionera en ofrecer híbridos enchufables en toda su gama. Allá por 2012 ya lanzaron un V60 familiar diésel PHEV cuando el resto miraba hacia otro lado. Desde entonces, la evolución ha sido meteórica: de las 46.000 unidades vendidas en 2019 han pasado a 177.000 en solo cinco años. Y entre enero y junio de 2025, nada menos que el 23% de las ventas globales de la marca corresponden a PHEV.

Un millón de coches híbridos enchufables circulando no es solo una cifra redonda para colgar en la pared; es una declaración de intenciones. Y sí, también es un indicativo de por dónde van realmente los tiros en el mercado.

¿El futuro es eléctrico? Sí, pero con atajos inteligentes

En definitiva, Volvo demuestra que adaptarse es tan importante como innovar. Apostar exclusivamente por el eléctrico puro suena bien sobre el papel, pero todavía hay muchos matices en la ecuación: infraestructuras, hábitos de uso y ese miedo irracional a quedarse tirado sin batería.

Los híbridos enchufables no serán el destino final, pero están resultando ser la mejor rotonda para llegar al futuro eléctrico sin prisas ni dramas. Y mientras la industria sigue debatiendo si acelerar o no, Volvo ya ha puesto un millón de argumentos sobre el asfalto.