Europa afloja el CO2 y, aun así, solo BMW aprueba. La factura por gramo asusta
 
            La Unión Europea les dio aire a los fabricantes con la normativa CAFE. Se permite cumplir el objetivo como promedio entre 2025, 2026 y 2027. Con todo ese margen, solo BMW va por el buen camino según el seguimiento de S&P Global Mobility. El resto está jugando con el cronómetro y con una calculadora que echa humo.
Qué ha cambiado en la normativa CAFE
CAFE fija un promedio máximo de emisiones de CO2 por kilómetro para los coches nuevos que se matriculan en Europa. Para turismos, el listón queda en 93,6 g por kilómetro entre 2025 y 2029. Entre 2030 y 2034 baja a 49,5 g por kilómetro. Si una marca supera su promedio, paga por cada gramo que se pasa y por cada coche matriculado. Multas serias. De las que aparecen en los resultados trimestrales.
La novedad es el cómputo flexible. En lugar de exigir el objetivo anual desde 2025, Bruselas permite promediar los resultados de 2025 a 2027. Suena a prórroga, pero el balón sigue siendo el mismo.
Quién cumple y con qué armas
Solo BMW, incluyendo MINI y Rolls-Royce, está en la senda de cumplimiento. No es casualidad. Mezcla de mayor cuota de eléctricos puros, híbridos enchufables con consumos ajustados y un trabajo fino en eficiencia. El grupo ha sabido empujar las matriculaciones de modelos de bajas emisiones justo cuando el mercado se enfría.
El dato lo firma S&P Global Mobility. No es una sensación, es un seguimiento de volúmenes y promedios.
Por qué el resto no llega todavía
- La demanda de eléctricos ha perdido chispa en algunos países y eso penaliza la media de CO2.
- Hay más SUV y más peso en la calle. Ganar confort suele costar gramos.
- La transición del diésel a gasolina y electrificado no siempre cuadra con el calendario de las fábricas.
- Incentivos irregulares entre mercados. Lo que ayuda en un país complica en otro.
- Desfase entre lanzamientos prometidos y coches realmente entregados. La logística también emite.
Lo que se juegan si no corrigen
Cada gramo por encima del objetivo multiplica la sanción por cada coche vendido. Hablamos de multas multimillonarias a poco que se desvíe el promedio. No es solo caja. Golpea márgenes, inversión en nuevos modelos y hasta la estrategia comercial de los próximos meses.
Claves para sobrevivir de 2025 a 2027
- Mover el mix hacia eléctricos puros y enchufables de consumo real bajo.
- Priorizar versiones ligeras y con neumáticos de baja resistencia que rascan gramos de forma inmediata.
- Optimizar configuraciones en fábrica para matricular lo que ayuda al promedio, no lo que lo hunde.
- Afinar software y homologaciones WLTP con actualizaciones que mejoran la cifra final sin rehacer el coche.
- Campañas inteligentes. Mejor descuentos quirúrgicos que quemar margen sin bajar el CO2 promedio.
Qué significa para quien compra coche
- Habrá más ofertas en versiones eficientes que en variantes potentes de altas emisiones.
- Posible llegada acelerada de restylings con mejoras de consumo para cuadrar la media.
- Precios de modelos muy emisores con menos alegría promocional. No conviene empujarlos si suman gramos.
Un ojo en 2030
El umbral de 49,5 g por kilómetro entre 2030 y 2034 cambia las reglas del tablero. Lo de ahora es el calentamiento. Quien no esté afinando plataformas, software y cadenas de suministro para escalar volumen de cero emisiones lo tendrá caro, por no decir imposible.
No es el final del partido. Pero ya se escuchan nervios en el banquillo.
 
                     
             
            