El revés de Xpeng y los retos ocultos de los coches voladores eVTOL

El revés de Xpeng y los retos ocultos de los coches voladores eVTOL
Nadie quiere estrenar su eVTOL con un airbag tan literal

Xpeng lleva tiempo queriendo dejar claro que, cuando se habla del futuro de la movilidad, ellos no piensan solo en cuatro ruedas pegadas al asfalto. Su ambición ha ido tan lejos (literalmente) que en 2024 sorprendieron al mundo con el Land Aircraft Carrier, una especie de “portaaviones terrestre” capaz de desplegar un vehículo eVTOL. Un juguetito para entusiastas techies con unos 261.000 euros de precio y más de dos mil pedidos antes incluso de despegar. China parecía lista para conquistar el aire, la tierra y, por qué no, la imaginación colectiva.

Pero claro, el futuro nunca viene sin turbulencias. Y aquí es donde la historia toma altura… y luego desciende bruscamente. Durante una demostración en Changchun, dos prototipos eléctricos voladores de Xpeng colisionaron mientras hacían pruebas de vuelo. El resultado: un pasajero al hospital y un buen susto para todos los ingenieros presentes. Nadie quiere estrenar su eVTOL con un airbag tan literal.

eVTOL: mucho más que drones gordos

Para quienes llegan tarde a la fiesta, los eVTOL (vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical) son la gran promesa para movernos por ciudades congestionadas sin sufrir atascos ni semáforos eternos. Xpeng Aeroht, la división aérea nacida en 2013, ha apostado fuerte por este concepto: sus prototipos pueden volar en modo autónomo o manual, aguantan entre cinco y seis vuelos completos por carga y ofrecen una panorámica de 270 grados desde la cabina. Todo esto manejado con una sola palanca. Sí, lo que toda madre temía que pasara con los videojuegos: que acabaran pilotando coches voladores con un joystick.

Eso sí, a pesar del despliegue tecnológico y los permisos especiales obtenidos (como el logrado en Emiratos Árabes Unidos el pasado septiembre), la realidad ha recordado a todos que despegar es fácil… pero aterrizar la confianza cuesta mucho más.

Seguridad en el aire: el verdadero reto aún sin despejar

Aunque Xpeng todavía no ha publicado ningún comunicado oficial sobre las causas del accidente, el incidente deja claro el principal obstáculo de los eVTOL: la seguridad. ¿Falló la tecnología? ¿Error humano? ¿Ruta mal planificada? Por ahora, todo son incógnitas. Lo que sí sabemos es que este tipo de aeronave necesita un nivel de precisión y fiabilidad mucho mayor que cualquier coche eléctrico convencional. Un fallo aquí no significa quedarse tirado en el arcén, sino algo bastante más dramático.

Por suerte, la colisión ocurrió durante vuelos de ensayo y sin público cerca. Aun así, el episodio llega en el peor momento posible: a escasos días del esperado Air Show de Changchun 2025, donde Xpeng pretendía lucir sus avances y acaparar titulares positivos.

¿Futuro en el aire o pies en la tierra?

China no es la única obsesionada con conquistar el cielo urbano: otros gigantes como BYD también exploran la integración de drones en sus coches eléctricos. Sin embargo, este revés pone sobre la mesa lo difícil que será convencer al público (y a los reguladores) de que subirse a un eVTOL es tan seguro como tomarse un taxi… aunque suene mucho más divertido.

¿Veremos pronto estos vehículos sobrevolando ciudades? Probablemente sí, pero antes tendrán que demostrar que pueden sortear algo más que tráfico: deben vencer el miedo a lo desconocido y a los percances inesperados. Al menos, si algún día cruzas el cielo en un Xpeng sabrás que su historia incluye más giros argumentales que una película de acción.