El motor eléctrico de Yasa que hace temblar a Tesla: 738 CV en 13 kg y aún no hemos visto nada

En el mundo de los coches eléctricos, las baterías suelen llevarse todos los selfies. Pero, seamos sinceros: el motor es quien realmente pone el ritmo en la pista. Y si hablamos de ritmo, Yasa, la firma británica ahora bajo el paraguas de Mercedes-Benz, acaba de marcar un “temazo” que merece coreografía. Su nuevo motor de flujo axial no solo promete cifras de récord; tiene pinta de que va a cambiar las reglas del juego para siempre.
De la teoría al asfalto: ¿qué es un motor de flujo axial y por qué deberías emocionarte?
Mientras la mayoría de los motores eléctricos siguen la ruta tradicional del flujo radial, en Yasa han optado por la carretera menos transitada. Aquí, el campo magnético se genera en paralelo al eje, lo que suena a clase de física aburrida, pero se traduce en un motor mucho más compacto, eficiente y robusto. En otras palabras: más potencia, menos peso y menos espacio ocupado. Ideal para coches eléctricos que quieren dejar de ser “pesados” en todos los sentidos.
Récord mundial bajo el capó: 738 CV en un motor de 13 kg
Agárrate: este propulsor británico pesa solo 13,1 kg y suelta nada menos que 550 kW, lo que equivale a 738 caballos de potencia. Para ponerlo en contexto: eso es más del doble de la densidad de potencia estándar que vemos hoy en el sector. ¿Te imaginas lo que significa esto para la aceleración, la autonomía y, sí, el tamaño del maletero? Los motores de flujo axial de Yasa ya se usan en bestias como el Lamborghini Revuelto, pero esto es solo el principio.
Olvida los “unicornios” tecnológicos: tecnología real, lista para producirse en masa
Uno pensaría que semejante proeza requiere materiales sacados de la tabla periódica de los Vengadores, impresión 3D futurista y procesos imposibles. Pero no. Tim Woolmer, el cerebro técnico de Yasa, insiste en que han conseguido estas cifras sin recurrir a materiales exóticos ni a experimentos locos de laboratorio. Todo está pensado para fabricarse en masa: hasta 50.000 motores al año desde su planta en Oxfordshire. Es decir, nada de “prototipos de feria”, sino tecnología lista para saltar al mercado.
¿Qué significa esto para la industria? Spoiler: el motor de Yasa deja en pañales a la competencia
Este motor no solo es una anécdota para ingenieros. Está diseñado para redefinir lo que esperamos de un motor eléctrico: triplica la densidad de potencia de motores como el Equipmake HPM-400 y supera a muchos sistemas usados incluso en aviación y náutica. Con 56 CV por cada kilo, la diferencia es abismal. Y la mejor parte es que su diseño permite afrontar el reto más temido: mantener altas prestaciones sin que el sistema se convierta en un radiador sobre ruedas.
El futuro ya no es ciencia ficción: aplicaciones reales y promesa de más sorpresas
Woolmer lo deja claro: esto no es un experimento aislado, es una solución industrial viable, escalable y lista para electrificar no solo deportivos de lujo, sino cualquier vehículo donde el peso y el rendimiento sean críticos. Hoy el récord es suyo, pero si algo deja entrever este avance es que la revolución eléctrica apenas ha empezado.
¿Listo para ver cómo los motores eléctricos dejan de ser secundarios y se convierten en las auténticas estrellas del espectáculo? Abro paraguas: lo que viene promete emociones fuertes.