El M3 eléctrico ya está dando guerra en Nürburgring

El futuro nos da una bofetada eléctrica en toda la cara de purista. El legendario BMW M3, ese coche que te pone el pelo de punta cuando pisas el acelerador y escuchas los seis cilindros rugiendo, está a puntito de hacerse influencer verde. Sí amigos, toca acostumbrarse: el M3 Neue Klasse eléctrico ya está rodando en Nürburgring. Y no, no lo oyes hasta que lo tienes encima, como una patada de karate kid silenciosa.
"El infierno verde" ya es digital… y eléctrico
En el circuito más bestia de Europa ya han pillado al prototipo, camuflado hasta las cejas como si escapara de Hacienda. Hay quien dice que en Nürburgring deberías escuchar motores escupiendo fuego, pero ahora solo escuchamos gritos… por dentro. Ese silencio hiere, ¡pero menuda velocidad lleva el bicho! Los de BMW no van de farol; quieren humillar a sus propios M3 de gasolina a golpe de batería y software.
De i4 M50 tranquilo a M3 sin anestesia
Primero, que quede claro: el M3 eléctrico no es una ocurrencia de ingenieros con coleta. Hace unos años BMW ya estaba probando con el i4 M50. Ese coupe tenía truco: rigidez torsional de infarto, nada de zarandeos de chasis en curvas chungas. Y para los obsesionados de datos, mira el dato de par motor: su sistema de cuatro motores eléctricos puede llegar a 18.000 Nm. Sí, lo has leído bien, 18 mil. Olvídate de los turbos, aquí lo que tiran son electrones con complejo de Hulk.
Ese sistema se llama M xDrive eléctrico. Uno para cada rueda. Así pueden ajustar al milímetro la potencia en cada una, con lo que puedes salir catapultado de las curvas, clavar el coche en el vértice y hacer que el control de tracción se aburra echando horas extra.
Software, pero del de verdad, no como el Tetris del coche de tu abuelo
“Heart of Joy”. Así han llamado al cerebro del M3 eléctrico. Una centralita que gobierna motores, frenos, carga, recuperación y dirección. La gracia: procesa todo diez veces más rápido que cualquier M anterior. Y sí, aquí el conductor es el jefe… pero el coche te ayuda para que conduzcas como un piloto profesional aunque solo lleves 1000 km de carnet. Cuando probé el i4 M50 flipé con el agarre en mojado; lo del M3 va a ser pura trampa para jugones.
¿Y el alma? ¿Dónde está el alma del M3?
Mucho listo va a decir que sin gasolina no hay M3. Pero se han vendido ya más de 15 millones de Serie 3 en el mundo. BMW sabe que el mito hay que reinventarlo o muere. El nuevo M3 no va a sonar igual, pero va a correr más, va a entrar mejor en curva y va a poner las cosas (aún más) chungas a Mercedes, Audi y compañía. Y si te gusta la velocidad pero odias ir a repostar, aquí tienes tu lanzadera eléctrica.
Gama BMW Serie 3: el abuelo, el padre y el hijo "eléctrico"
¿Te mola comparar generaciones? El Serie 3 actual monta motores de todos los sabores: desde un 318d de 150 CV hasta un bestial 340i de 326 CV en seis cilindros turbo. El M3 de combustión, ese que ahora rondará por los 90.000 euros de tarifa, acelera de 0 a 100 en 4,3 segundos. Tan salvaje como siempre, pero sí, muy digital, con tanto sensor que parece una pista de aviones. Yo he hecho tandas con el 330i en circuito y por agarre, pocos premium lucen así en curvas enlazadas.
Pero ojo, el Serie 3 ha tenido de todo: Touring (para padres que todavía quieren vacilar en el parking), Gran Turismo (aquí BMW la lió y combinó ideas raras, el resultado es… discutible) y hasta versiones híbridas como el 330e. El 330e combina motor gasolina y eléctrico para 184 CV con consumos ridículos si tiras mucho de batería, ideal para la ciudad y para pillarte carriles BUS/VAO sin que la poli te mire raro.
El diseño, siempre elegante
Si hay una marca que ha sabido conservar ese rollo de "esto es un BMW y lo sabes" es BMW con el Serie 3. Berlina, Touring o Gran Turismo, pegan el salto a la modernidad con pantallas hasta en la guantera, pero el puesto de conducción sigue molando. Buenos acabados, detalles deportivos y ese punto minimalista que o te flipa o lo odias.
Sus rivales tiemblan, pero algunos con razón
No solo están los pepinos de Mercedes Clase C o Audi A4 oliendo el aliento del M3 eléctrico. Por aquí ronda el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio con su V6 turbo de 510 CV que te roba el alma por sonido y maneras. O el japonés Lexus IS para los que odian los talleres y buscan tranquilidad. El Volvo S60, el Jaguar XE o el gigante Ford Mondeo son la opción británica y americana. Aunque, seamos serios, en España si querías berlina premium has ido antes al BMW.
¿Y el futuro para España?
En nuestro país, el empuje del coche eléctrico va a paso de tortuga por la falta de infraestructuras de recarga y por la poca ayuda real. Pero los Serie 3 eléctricos llegarán, y lo harán fuerte. Hacerse con uno será más fácil en renting o leasing, porque de segunda mano aún no hay ni uno. Eso sí, ver a un M3 silencioso saliendo de la Castellana al límite será el nuevo postureo. Calcula bien: los puntos de carga en España crecen despacito, así que si quieres exprimirlo, mejor tener enchufe gordo en el garaje.
Como amante del motor y currante del sector, yo no le tengo miedo a lo eléctrico; solo miedo a aburrirme. Y con lo que BMW está cocinando, me da que vamos a seguir disfrutando… aunque sin tapones para los oídos.