¿El hidrógeno es la jugada secreta de Hyundai? Así planea ganarle el pulso a la electricidad (y no es un farol)

Cuando pensamos en coches eléctricos, lo primero que nos viene a la cabeza son baterías, enchufes y esa búsqueda desesperada de puntos de recarga. Pero, ¿y si te dijera que hay alguien apostando muy fuerte por una alternativa que muchos creían casi ciencia ficción? Hyundai lleva décadas trabajando a contracorriente y, lejos de tirar la toalla, sigue defendiendo el hidrógeno como solución real para el futuro del coche limpio.
Mientras la mayoría se sube al carro de los eléctricos de batería y algunos exploran híbridos y otras fórmulas intermedias, los coreanos siguen afinando su apuesta por la pila de combustible. Y no es solo una cuestión de fe: llevan treinta años invirtiendo en prototipos, ensayos y hasta en su propio ecosistema de hidrógeno. Como quien cultiva un huerto porque cree que algún día todos querrán tomates ecológicos.
El escaparate internacional: Hyundai saca músculo en el Clean Energy Ministerial
Para demostrar que lo suyo no es postureo verde, Hyundai ha participado en el Clean Energy Ministerial (CEM), una cumbre que reúne a representantes de 50 países para debatir sobre el futuro energético. Allí no solo han llevado discursos bien preparados, sino también una flota de 32 Hyundai Nexo, esos eléctricos alimentados por hidrógeno, para transportar a los asistentes como auténticos VIPs sostenibles.
Por primera vez en un evento global, los coches oficiales fueron de pila de combustible. Y sí, más de uno debió quedarse mirando al Nexo con cara de "¿esto funciona de verdad?". Pues vaya si funciona: cero emisiones, recarga rápida y autonomía para aburrir.
La estrategia de Hyundai: tres frentes y ninguna intención de rendirse
Ken Ramírez, el jefe máximo del área de energía e hidrógeno en Hyundai Motor Group (y probablemente el mejor amigo del hidrógeno en Corea), fue claro durante la presentación: el hidrógeno puede ser clave para la resiliencia energética y la innovación industrial. Pero ojo, no basta con buenas intenciones. Para que todo esto deje de ser un experimento y empiece a cambiar el panorama del transporte, Hyundai reclama colaboración real entre lo público y lo privado.
Su plan se apoya en tres grandes líneas:
- Proyectos globales: NorCAL ZERO y HTWO Logistics son solo dos ejemplos donde Hyundai ya está moviendo ficha para desplegar soluciones concretas basadas en hidrógeno.
- Iniciativas nacionales: Desde vehículos para transportar coches en el puerto de Pyeongtaek hasta proyectos piloto en el aeropuerto internacional de Incheon.
- Innovación industrial: Centros de electrólisis, conversión de residuos en hidrógeno y nuevas aplicaciones para que esta tecnología deje de ser minoritaria.
En resumen: menos discursos y más acciones escalables que puedan competir (y ganar) frente a las baterías tradicionales.
Hidrógeno: ¿el tapado del futuro o solo una promesa recurrente?
Durante la sesión sobre combustibles del futuro, quedó claro que Hyundai no está sola en esto, pero sí va varios pasos por delante. El hidrógeno sigue enfrentando retos como la infraestructura y los costes, pero los avances son reales y cada vez más visibles.
No se trata solo de mover coches; hablamos de un vector energético capaz de transformar cómo producimos, almacenamos y usamos la energía. Así que, si pensabas que todo el pescado estaba vendido con los eléctricos a batería, igual te conviene seguirle la pista al hidrógeno. Hyundai, desde luego, piensa seguir remando contra corriente… y quién sabe si dentro de unos años todos estaremos buscando hidrogeneras en vez de enchufes.
¿Revolución silenciosa o moda pasajera? El tiempo dirá. Pero si algo está claro es que Hyundai no tiene pensado abandonar el campo de juego del hidrógeno tan fácilmente. Y puede que esa tozudez le acabe dando la razón.