El Ford Mustang S650 que ganó Bathurst 1000 se retirará a la colección Grove tras la temporada
El Ford Mustang S650 que se llevó la Bathurst 1000 con Grove Racing ya tiene destino de leyenda. Al terminar la presente temporada del Supercars australiano, el chasis GR-01 dejará de competir para pasar a la colección privada de la familia Grove. No es un capricho ni un titular para colgar en la pared. Es una decisión con corazón, con cabeza y con un pedigrí que se mide en curvas, aceite y chaparrones sobre Mount Panorama.
Lo que lo convierte en pieza de museo no es solo la corona de Bathurst. Este GR-01 es el primer coche construido en la sede de Braeside, en Melbourne. El primer hijo siempre tiene un lugar especial en casa, y en Grove Racing no son la excepción. Por eso el plan es preservarlo tal cual cruzó la meta, con la librea conmemorativa de los 100 años de Penrite que ya es icono instantáneo, como esas fotos que no necesitas filtrar porque nacen perfectas.
Antes de que el Mustang se tome su merecido descanso, todavía queda trabajo. Mucho. Porque Matt Payne está metido de lleno en la lucha por el título del Supercars frente al Camaro de Broc Feeney con el poderío de Triple Eight detrás. Y cuando peleas por un campeonato, no cambias el coche que te ha dado ritmo, confianza y resultados. El número 19 volverá a pista en la Gold Coast 500. Sí, el museo puede esperar.
Un Mustang con ADN de Braeside
Grove Racing ha vivido una metamorfosis desde que dejó atrás su etapa como Kelly Racing en 2022. Construir su propio chasis S650 en casa fue la declaración de intenciones. GR-01 no es solo un número, es la prueba tangible de un proyecto que ha madurado hasta convertir su taller en fábrica de resultados.
Guardar el coche tal y como venció forma parte de esa narrativa. Se va a conservar con la decoración Penrite del centenario, negra y dorada de las que te hacen girar la cabeza incluso en pitlane. Es una decisión estética y también histórica. Los equipos que marcan época cuidan su patrimonio, y este Mustang ya pertenece a esa categoría de máquinas que cuentan una historia cada vez que las miras.
La victoria que lo cambió todo
El triunfo en Bathurst 1000 no fue un paseo por el parque. Garth Tander, el veterano que parece tener un GPS interno para Mount Panorama, arrancó desde la posición 19 y fue construyendo la carrera con el oficio de quien ha visto de todo y aún sorprende. Cuando tocó rematar, Matt Payne no dudó. Sobre asfalto mojado, con ese nervio fino que separa a los buenos de los grandes, firmó una actuación que se recordará en los boxes de Braeside durante mucho tiempo.
Fue la mejor actuación de Grove Racing en el Supercars desde su nueva etapa. No solo por el trofeo, también por cómo llegó, por la resiliencia, por el temple bajo la lluvia y por el trabajo coral del equipo. Esta clase de victorias valen doble. En el palmarés y en el alma.
Museo sí, pero después del título
Garth Tander contó que, tras Bathurst, la primera idea de los Grove era mandar GR-01 directo a la colección y terminar la temporada con otro coche. Sobre el papel, todo correcto. En la práctica, hay un detalle. Matt Payne está disputando el campeonato contra un rival tan duro como Feeney y la estructura Triple Eight. Cambiar un coche que te funciona a la perfección es como desconectar la radial a mitad de una soldadura. Puedes hacerlo, pero quizá no sea el momento.
La conclusión fue lógica. Seguir con el mismo Mustang hasta el final de curso. Si además de Bathurst este chasis también levanta el título, su valor histórico se multiplica. Será una de esas raras piezas que no solo ganaron la gran clásica, sino que remataron la temporada con la corona. Para una escudería en ascenso, es el tipo de relato que cimenta una identidad.
Por qué este GR-01 ya es coleccionable
- Es el primer coche construido por Grove Racing en su sede de Braeside.
- Ganó la carrera más importante del calendario, Bathurst 1000, con un final brillante sobre mojado.
- Brilló con la librea especial del centenario de Penrite, que se conservará sin cambios.
- Representa la mejor versión del proyecto desde la transición desde Kelly Racing.
- Podría, además, cerrar el año peleando el campeonato con Matt Payne al volante.
Lo que significa para Ford, para el equipo y para la afición
Para Ford, ver a un Mustang S650 imponer su ley en Mount Panorama siempre es gasolina para el orgullo. Para Grove, certifica que el camino elegido es el correcto, que construir en casa y cuidar los detalles paga dividendos. Y para la afición, supone recuperar un clásico moderno en su mejor forma, con ese punto romántico de saber que el coche que están viendo competir tiene fecha y lugar en la historia del campeonato.
Que nadie se confunda. Retirar un coche no es esconderlo. Es conservarlo en la cima. Es evitar que la erosión de los kilómetros borre lo que lo hizo grande. Cuando GR-01 se aparque definitivamente en la colección de la familia Grove, lo hará vestido de gala, con el dorado de Penrite brillando y con el eco de Bathurst aún resonando en la carrocería.
Mientras tanto, el número 19 tiene tarea en la Gold Coast 500 y en las citas que quedan. Si el destino quiere, tendremos un campeón que ya está reservado para el museo. Y si no, ya es una pieza de culto. Hay coches que se ganan el derecho a vivir para siempre. Este Mustang S650 se lo ha ganado en un fin de semana de esos que explican por qué seguimos amando las carreras.