El Fiat 500e ya está probando el swap de baterías en Madrid, se acaba cargar

¡Al lío! Que ya está bien de hacer tiempo en la estación de recarga como si estuvieses esperando a que te suban el sueldo. Fiat y Stellantis están probando una movida bastante tocha en Madrid: el intercambio rápido de baterías en el 500e. No te hablo de enchufarlo y ver Netflix durante una hora. Es quitar batería, poner batería y gas, en cinco minutos, como un ninja eléctrico.
Cambio de batería, del casi al ¡ya!
Imagínate el rollo. Llegas a Madrid con tu Fiat 500e, lo metes a una estación de swap, y en vez de quedarte media vida allí, ZASCA, batería nueva, y hasta luego. Nada de peleas con el wallbox, nada de mirar el móvil con ansiedad. El sistema lo firma la gente de Ample, que son unos flipados del swap, pero como ellos mismos dicen, la cantidad exacta de kWh del pack que están usando ahora no la sueltan. Se han puesto misteriosos.
La flota tiene ahora mismo unos 40 Fiat 500e customizados para esto. No mal, pero la idea es que en breve aumenten a 100 coches por Madrid. ¿Y por qué en Madrid? Porque aquí hay pasta: el gobierno ha soltado casi 10 millones de euros (unes 8 y pico al cambio) para que el chófer urbano pueda ir al curro en eléctrico y sin dramas de carga. ¿Quién lo lleva? Free2Move, que es la marca de car sharing de Stellantis, la de las bicis y coches por minutos.
El Fiat 500e: pequeño, cuco y ahora con "batería exprés"
Hablemos del protagonista. El Fiat 500e es la versión eléctrica del mítico cinquecento italiano, pero haciendo menos ruido y sin gastarse la pasta en gasolina. Si no lo conoces, vive bajo una plataforma propia, no la compartida con otros eléctricos del grupo como los Opel Corsa-e o Peugeot e-208, que tiran de la e-CMP.
El 500e lleva un motor de 118 CV (87 kW) en su versión más molona, el redondo "Icon", que es más que suficiente para los que se meten por Gran Vía, Tirso de Molina y quieren ganar semáforos. Batería de 42 kWh útiles, que da para unos 250-320 km en ciclo WLTP. En recarga normal, puedes meterlo a 11 kW en trifásica, y si tiras de corriente continua lo subes a 85 kW y pasas del 0 al 80% en poco más de media hora (si pillas un cargador de los gordos, claro). Pero con el swap están hablando de estar andando en cinco minutos. Literal. Saca pecho, porque si vives en Carabanchel y tienes que llegar a Alcobendas sin comerte el coco con recargar, es un sueño.
De hecho, probé uno hace unos meses y es un coche con chispa. El pisotón inicial es muy juguetón, el radio de giro hace que aparcarlo en Madrid-estrecha sea pan comido, y el rollo chill-out del interior mola, aunque la postura para gente alta no es la mejor, ojo. Pero para picarte en la Castellana con los híbridos de Cabify, tienes juego.
De momento el único swap station , pero esto promete
Ojo, aquí no hay ciencia ficción. Por ahora solo hay una estación Ample en todo Madrid donde hacer el swap. Pero ya han confirmado que quieren meter más. El plan es crear una red de swap stations para que el usuario del 500e llegue, suelte batería, se lleve la siguiente y tire millas.
¿Pega? Pues lo típico: si tienes otros eléctricos del grupo, Opel, Peugeot, DS, etc, va a ser que no. El paquete de baterías es exclusivo de la plataforma del Fiat 500e, así que nada de crossplay entre "hermanos". Ni hablar de montarlo en un Peugeot e-2008 o en el nuevo Citroën ë-C3, que a saber si algún jefe de Stellantis toma nota y lo copia.
Apuntando al particular, más allá del car sharing
Lo bueno de verdad es que si el invento va bien en Madrid, Fiat meterá este sistema para particulares. Es decir, tú con tu 500e privado podrás aprovecharte del swap de baterías como quien va a repostar. Imagina tener el mismo coche, pero sin la paranoia de buscar un cargador libre o rezar para que el wallbox del centro comercial no esté estropeado. Eso, para la España urbanita, sería una revolución. ¿El rural? Ahí seguimos esperando.
Olivier François, capo de Fiat, ya lo ha dicho: están por la labor de dar el salto a los particulares si esto les cuadra. Lo tienen fácil, porque parte del desarrollo lo pone la propia Ample y Stellantis ya tiene músculo para liar la infraestructura en las grandes ciudades.
Madrid como campo de batalla eléctrico
La elección de Madrid para la prueba no es ninguna locura. España tiene casi 350.000 eléctricos e híbridos enchufables rodando, pero el personal sigue dudando por el tema de las recargas. Nuestro país no va sobrado precisamente de estaciones rápidas, y la mayoría aún es de 50 kW o menos, que eso ya es casi lentitud prehistórica. Además, la mayoría de las recargas rápidas están pensadas para viajes largos, pero en el día a día de ciudad, el swap recorta tiempo a muerte.
Claro, todo esto lo orquesta Free2Move, que si has usado sus coches sabes que cuidan (más o menos) el mantenimiento, tienen seguro y los Fiat 500e del car sharing suelen estar bastante nuevos. Así que el usuario solo tiene que preocuparse de no aparcarlo en zona de grúa.
Y ahora qué, ¿veremos a abuelos cambiando batería en la plaza?
Eso está por ver. De momento todo apunta al usuario pro, de ciudad, joven, y con prisas (o sea, medio Madrid). Pero el concepto tiene buen fondo: menos tiempo de espera, más rotación de coches y cero dramas con el "range anxiety".
La idea de swap no es nueva, en China llevan años, pero aquí en España sería una novedad como Dios manda. Y si Fiat se atreve a abrirlo al público general y los demás fabricantes se animan, a lo mejor empezamos a olvidar lo de mirar la recarga como quien espera bus nocturno. De momento, que la guerra eléctrica continúe… y que la batería esté “fresca” en cinco minutos.