El Bugatti Chiron de 1.500 CV sorprende con su consumo real en carretera, cifras que nadie esperaba

Cuando piensas en un Bugatti Chiron, lo primero que te viene a la mente es un misil sobre ruedas capaz de dejar en ridículo a la mayoría de los superdeportivos del planeta. 1.500 caballos, más de 400 km/h y un precio que supera los 2,5 millones de euros; la última preocupación que se te ocurre es cuánto gasta en gasolina. Pero, curiosamente, esa es la pregunta estrella que recibe Mate Rimac, el CEO de Bugatti, cada vez que se asoma a las redes sociales… y sí, ahora tenemos la respuesta.
Un CEO poco común al volante de una bestia
Mate Rimac no es un directivo al uso. Estamos hablando de un tipo que no solo lidera una de las marcas más exclusivas del mundo, sino que además se atreve a compartir los entresijos de su día a día (y sus aficiones automovilísticas) en Instagram. Hace poco, decidió hacer algo tan mundano como conducir su “coche de empresa” –un Chiron Sport, nada menos– durante casi 500 kilómetros para asistir al Salón del Automóvil de Múnich. ¿El pretexto? Demostrar a sus seguidores cuánto puede consumir esta joya de la ingeniería francesa en un uso real y más o menos civilizado.
El dato de consumo que nadie veía venir
Tras recorrer nada menos que 488,3 kilómetros y antes de quedarse tirado esperando una grúa de oro macizo, Rimac nos mostró el dato clave: 16,3 litros cada 100 kilómetros. ¿Impactante? Desde luego. Sobre todo si recordamos que el Chiron pesa más de dos toneladas, monta un motor W16 de 8 litros con 4 turbos y podría remolcar un tren bala… a velocidad máxima.
No nos engañemos: 16,3 l/100 km sigue siendo una cifra importante, pero cuando la comparas con lo que cabría esperar de semejante bestia mecánica (muchos apostaban por ver cifras dignas de un camión cisterna), resulta sorprendentemente decente. La velocidad media durante el trayecto fue de 103 km/h, lo que indica una conducción “alegre” pero lejos de ir buscando récords en la Autobahn.
¿Consumo o derroche? Depende del pie derecho
Aquí viene lo divertido: el depósito del Chiron tiene capacidad para 100 litros. Y si decides pisar el acelerador como si estuvieras en la final de Le Mans, puedes vaciarlo en minutos. Literalmente. Exprimir los 1.500 CV para alcanzar los más de 400 km/h supone ver la aguja del combustible caer tan rápido como tu cuenta corriente el día que pagas el seguro del coche.
Sin embargo, si conduces con algo más de cabeza (y menos ansias de protagonismo viral), el W16 demuestra que incluso los hiperdeportivos pueden ser “comedidos” en su hábitat natural: la autopista alemana. A velocidades legales y una conducción razonable, no es difícil imaginarse completando largos viajes sin sentir que necesitas una gasolinera detrás como coche escoba.
Un gasto razonable… hasta que visitas el taller
Ahora bien, si después de leer esto te ha entrado la tentación de ahorrar para tu primer Bugatti pensando en su bajo consumo (relativamente hablando), será mejor que te sientes antes de seguir leyendo. Porque lo realmente desorbitado aquí no es tanto la gasolina… sino el mantenimiento.
Y es que el verdadero “susto” llega cuando toca pasar por el taller oficial. ¿Cambio de aceite, filtros y refrigerante? 21.000 euros. ¿Reemplazo del sistema de frenos? Sube hasta los 50.000. Pero la palma se la lleva el cambio de neumáticos y llantas: 80.000 euros cada dos años o cada 16.000 km, lo que ocurra antes. Todo ello recomendado por el propio fabricante, porque claro, cuando tu coche puede superar los 400 km/h, la seguridad no es opcional.
Así que sí: moverse en Bugatti puede ser una experiencia inolvidable… para ti y para tu tarjeta de crédito.
Más allá del mito: el Chiron en cifras reales
El dato compartido por Rimac no solo ha sorprendido a propios y extraños, sino que también aporta algo poco habitual en este segmento: transparencia y realismo. Porque si bien es cierto que muy pocos mortales podrán (o querrán) vivir la experiencia Chiron en su día a día, saber que su consumo no es tan desproporcionado como podríamos imaginar le da un toque casi humano a este coloso sobre ruedas.
Por supuesto, nadie compra un Bugatti Chiron pensando en ahorrar combustible ni en hacer trayectos ecológicos al trabajo. Pero para quienes disfrutan del placer de conducir (o simplemente sueñan despiertos), saber que existe cierta “racionalidad” bajo ese capó monstruoso es casi tan reconfortante como escuchar rugir el W16 al arrancar.
¿Bugatti Chiron, El superdeportivo definitivo?
El Bugatti Chiron sigue siendo ese icono inalcanzable para la inmensa mayoría, pero ahora sabemos que no todo en él es exceso sin control. Su capacidad para recorrer casi 500 km con un depósito y sin dejarse medio sueldo en gasolina es, sin duda, una sorpresa agradable… aunque luego te toque hipotecar la casa para cambiar los neumáticos.
El Chiron demuestra que se puede ser radical, exclusivo y tecnológicamente avanzado sin necesariamente caer en el derroche absoluto (al menos en lo que a combustible se refiere). Eso sí, antes de pedir uno, asegúrate de tener reservado un buen colchón económico para los “extras”. Porque si bien el consumo te puede dejar con una sonrisa… el mantenimiento seguro que no te dejará dormir.