Diesel y gasolina a la cárcel, pero sin juicio

¿Te acuerdas cuando se podía presumir del rugido de un TDI por las calles? Pues tío, agárrate fuerte al volante porque las cosas se están poniendo feas para los de combustión en España. Es como si los políticos de repente decidieran que tener un diésel era lo mismo que fumar en el parque de bolas de los niños. Y todo esto va a un ritmo que ni el 0-100 de un Golf GTI.
Prohibición por fases, el calendario de la muerte lenta
Lo primero que tienes que meter en la mollera es que la Unión Europea ya ha dejado claro que, a partir de 2035, se acabó vender coches diésel, gasolina e incluso híbridos nuevos. El que no se lo crea, que vaya buscando coche eléctrico en el Black Friday. No es broma: este plan se confirma en nada y, a partir de ese año, solo podrán matricularse coches sin emisiones.
Esto significa que modelos míticos en España, tipo SEAT León TDI (2.0 de 150 CV, 340 Nm, 0-100 en 8,4 s.) o el eterno Renault Clio gasolina (1.0 TCe 90 CV, unos 118 Nm... muy justito pero cumplidor), tienen fecha de caducidad marcada en sangre. Ojo, no es solo PERDER el orgullo de tenerlos, es saber que venderlos después será como encasquetarle un móvil de botón a un chaval de 14.
Zonas de Bajas Emisiones (ZBE): Juego del calamar versión coche
La segunda guillotina son las malditas ZBE. Si tienes un coche viejillo y pulula por más de 150 ciudades españolas, vas a sudar tinta para aparcarlo donde quieras. Aquí hablamos de coches sin etiqueta ambiental de la DGT. Sí, esos que antes te vendían como irrompibles y ahora son los malos de la película.
A día de hoy, ya hay zonas donde no puedes pisar ni para comprar el pan. Los diésel de más de 10 años directamente son parias en muchas capitales: el típico Audi A4 2.0 TDI del 2009 (con sus gloriosos 143 CV y 320 Nm... que yo me he hecho algún que otro viaje Andorra-Murcia tirando a 120 todo el rato) no va a poder ni aparecer en el Google Maps de centro ciudad. En pocos meses, incluso los gasolina de antes del 2001 y diésel pre-2006 estarán tan vetados como los pantalones pirata de tu armario.
Adiós a los anuncios de rugido y gasolina
Ahora la cosa se pone de chiste. Porque el Gobierno ha dado una vuelta de tuerca más: ni siquiera vas a ver anuncios de coches diésel o gasolina. Exacto, como pasó con el tabaco, que solo deja anuncios de "deje de fumar", pero aquí con hojas verdes y niños felices. La nueva Ley de Consumo Sostenible dice que ya no se puede publicitar cualquier producto basado 100% en combustibles fósiles. Así que a olvidarse de ese spot de BMW Serie 3 acelerando por un viaducto abandonado y flipando con su motor TwinPower Turbo 2.0 de gasolina (184 CV y 300 Nm). Vete pensando en anuncios con paneles solares, modo Zen y gente enchufando cosas felices.
Y si aún no pillas el drama: esto también salpica a gasolineras (solo podrán hacer esas promociones locas de cafés, pero nada de decir que su 98 trae más power), empresas de carbón, petróleo y derivados. ¿Escapatoria? Los híbridos enchufables aún respiran algo porque combinan lo térmico con batería, pero veremos cuánto les dura.
¿Y qué pasa con los vuelos cortos? Pues que van a estar igual de vetados: si puedes ir en tren en menos de dos horas y media, olvídate de ese vuelo chollo Madrid-Valencia. Solo falta que te hagan ir patinando.
Etiquetas ¿Eres de los apestados o de los elegidos MiniECO?
Conducir un coche sin etiqueta ambiental será un deporte de riesgo. La DGT las clasifica así:
- Etiqueta CERO: full electric o híbridos enchufables con autonomía de más de 40 km. Por ejemplo, Kia Niro PHEV, unos 183 CV y 60-70 km eléctricos. Entran en Madrid como Pedro por su casa, puedes aparcar gratis en la zona azul y hasta te dan palmaditas en la espalda.
- Etiqueta ECO: híbridos normales, bifuel (GLP/GNC). Tipo Toyota Corolla 125H (122 CV, motor 1.8 gasolina + eléctrico), consumo mixto real sobre 4,5 l/100 km y ni te enteras si gasta batería o gasolina. Muy recomendable para meter en ciudad hoy sin sudar.
- Etiqueta C: gasolina a partir de 2006, diésel desde 2014. Ya empiezan a sufrir con restricciones en ZBE, ojo porque son la mayoría de coches decentes en segunda mano. Un Golf 1.5 TSI 150 CV está aquí.
- Etiqueta B: gasolina 2001-2005, diésel 2006-2013. Los están arrinconando sin piedad, y no digas que no te avisé. Un Mondeo TDCi de 140 CV de 2010, por ejemplo, se lleva la reprimenda.
Mi experiencia: diésel, gasolina y pánico en el parking
He llevado de todo, desde un León TDI antiguo (ese olor a gasóleo en frío, el turbo golpeando a 1.800 vueltas) hasta el típico utilitario gasolina (Fiesta 1.25, 82 CV… para ir a por el pan y poco más). He visto cómo ha bajado la demanda de diésel en compraventa y cómo la “mili” de la ITV se hace cada vez más puñetera con las emisiones. El diésel es ideal si haces 100 km al día y viajas por autovía. Ahora eso sí, prepara el bolsillo para restricciones y el posible sablazo de reventa.
Ecos de taller, el final de chollo para el mecánico de toda la vida
Las nuevas leyes apuestan por extender la vida útil de los productos, o sea, que reparar un coche tiene que ser opción real y con información clara. Hasta aquí todo bien, pero "salón del diésel" ya no, más bien rincón de fenómenos extraños. Las reparaciones de eléctricas tienden a costar más – no por piezas sino por mano de obra y software cilíndrico, ojo a esto cuando te toque cambiar la batería de un Zoe de hace seis años.
La ley viene con otra pulla: quieren que esta transición hacia el consumo ecológico no cueste más dinero, aunque en el taller las facturas siguen engordando. Y dicen que los ricos contaminan mucho y que los pobres lo pagan más caro… los que tenemos un buga con algún año ya lo estamos viendo con los peajes y las zonas restringidas.
Queda claro que si sigues con tu Ibiza 1.9 SDI (el de 64 CV, inmortal, pero más lento que el caballo del malo) mejor tenlo para hacer rallies por el pueblo. Porque en Madrid, Barcelona y todas las ciudades medianas, acabarás colgando la L en la bici eléctrica.
De aquí a nada, los anuncios de coches serán de cables y enchufes. Así que, colega, disfruta el rugido mientras dejes. Porque pronto, solo vas a escuchar el de un aspirador robot… pero en la calle.