Chery apuesta fuerte en España con Omoda, Jaecoo y EBRO

¡Ojito, que vienen curvas (eléctricas y chinas)! Si todavía no te habías fijado, en España ya tenemos a Chery pegando fuerte. Si te suenan Omoda y Jaecoo, bingo: son del mismo saco, y vaya ritmo que llevan.
Omoda 5 en las calles: el chino que no mira atrás
Entraron hace un suspiro, pero el Omoda 5 está rulando en un montón de concesionarios aquí en España. Es un SUV compacto, puro segmento C, pensado para pelear con los Hyundai Kona y Kia Niro.
Omoda 5 parte con motor gasolina, aunque lo que todo el mundo espera son sus versiones con algún tipo de electrificación. Mide 4,4 metros, lo típico en el segmento, y presume de equipamiento de serie que haría sonrojar a un Golf. Clima bizona, cámara 360, interiores tecnológicos con doble pantalla (tipo Mercedes, sí). El motor básico es un 1.6 turbo de 185 CV, más que de sobra para el uso diario y, aunque no es coche deportivo, se mueve bien en carretera (probado: va fino y la insonorización no decepciona nada).
La llegada de Jaecoo, que va de premium pero "made in China"
Si Omoda es la apuesta generalista, Jaecoo se presenta como hermana pija. Diferente logo y mucho postureo. Aquí el acabado interior sube un poco, materiales más blanditos, más detalles cromados y el enfoque a rivales como Volvo XC40 o el recién renovado Peugeot 3008.
No solo cambian el logo y la moqueta. Por ejemplo, el Jaecoo 7 ofrecerá también versiones 4x4 y tecnología "intelligent drive" (ajustes adaptativos en la suspensión y conducciones semiautónomas), detalle que en España suele costar un pico.
EBRO: el renacimiento cañí y eléctrico
Chery no se conforma con vender coches chinos. Ha cogido la marca española EBRO y la vuelve a poner en el mapa. Si tienes familia que rondase Barcelona hace unos años, seguro que EBRO les suena. Pues ahora, la EBRO Factory está sacando pecho con sus primeros modelos: el S400 y otros derivados de la gama Tiggo de Chery, pero adaptados y “españolizados”.
De primeras montan kits casi acabados de China, los ensamblan y listos. La película cambia a partir de octubre o noviembre, cuando la fábrica arranca los procesos de soldadura y pintura. Fabricación real, vaya.
El EBRO S400 es un SUV eléctrico que apunta a ser uno de los más españoles del panorama. Autonomía por encima de los 400 km WLTP, espacio y conectividad total. Vendrá bien cargadito de equipo (la típica pantalla central, sensores a tutiplén y mucho asistente de ayuda, de los que chirrían más que ayudan, pero están de moda).
Recambios a tiro, porque no queremos dramas
Hay que decirlo: otras marcas chinas la han liado pero bien con los recambios. Chery no se la juega. Ha montado un almacén enorme en Azuqueca de Henares. Ahí tienen piezas de Omoda, Jaecoo y EBRO, casi el 100% de todo lo comercializado en España. O sea, el taller no se va a quedar esperando dos meses a que llegue un faro o la pantalla táctil.
Barcelona, la ciudad fetén para los chinos
Más allá de fábricas, investigación y almacenes, Chery tiene el punto de mira en Barcelona. Planean el centro de I+D justo allí, con ingenieros pululando por la Ciudad Condal. Probablemente también será la sede europea del grupo. En parte, la buena relación entre España y China ayuda. Me imagino al presidente de Chery haciéndose una selfie con Pedro Sánchez en Pekín.
Por cierto, no es casualidad que hayan elegido España antes que Alemania o Italia. En Barcelona ya curran más de 800 personas en todo este tinglado. Para finales de año serán 1.000. Ojito que Chery, si no lo es ya, será la empresa china con más gente en nómina en nuestro país.
Quién manda aquí: Jeff Zhang, el jefe que no es de la ruta habitual
La batuta en Europa la lleva Jeff Zhang, un ingeniero de Singapur que se ha recorrido medio mundo: estuvo en Stellantis (el grupo, sí, los del Fiat y Peugeot), Audi y Nissan. Cuando ves este currículum entiendes que van a querer hacer las cosas bien aquí.
Alianzas made in Spain y también en logos
Lo curioso es que EBRO pilla modelos base Chery Tiggo pero los pone con su logo clásico. Les dan su toque propio, lo que mola para los que quieren coche “nacional”. Si buscas un SUV con sabor cañí pero tecnología asiática low cost, ya sabes a dónde mirar.
Tecnología y empleo: el chino que da trabajo
La apuesta va a lo grande. Por un lado, centro de I+D. Por otro, fábrica propia y almacén de recambios. No solo venden coches. Van a dejarse pasta aquí: buenas nóminas y mucha gente currando en todos los sectores del negocio, desde peña de taller hasta ingenieros.
En la calle, el Omoda 5 lo estoy viendo cada vez más, sobre todo por Madrid y Valencia. Está claro que en menos de un año han hecho más ruido que muchos rivales tradicionales.
Cifras claras: equipamiento, potencia y autonomía
Por repasar rapidísimo, el Omoda 5 que se vende aquí suele ir con el bloque 1.6 turbo de 185 CV, cambio automático (no es gran cosa, pero cumple), y entre 5 y 6 litros cada 100 km en uso normal, aunque si le pisas te sube a 8 fácil. En eléctricos puros o híbridos todavía están aterrizando, pero el S400 de EBRO tiene pinta de dar guerra.
El Jaecoo y los Omoda más altos vendrán con más chicha en motorizaciones y acabados. Autonomías que rozan o superan los 400 km WLTP, velocidad máxima limitada para que la DGT no se cabree, y equipamiento tecnológico como nunca se ha visto en un lanzamiento tan reciente.
Con estos datos y el bombazo de los almacenes y fábricas aquí, apártense que vienen los chinos pero, esta vez, a lo grande y con acento español.