Cadillac y el show yankee de los eléctricos

Estados Unidos se lía parda con lo de los coches eléctricos. Mientras muchos fabricantes entran en pánico, Cadillac pasa de dramas y va a su bola. Lo típico de un americano orgulloso, pero con su toque chulo. Ojo, porque lo que pasa allí termina oliendo aquí en España, aunque no lo queramos.
Trump, créditos y la pasta que vuela
El crédito fiscal para eléctricos de 7.500 dólares (unos 6.450 euros al cambio de hoy, que ya te lo dejan todo carísimo) desaparece. Gracias Donald Trump y toda la peña en el Senado americano. Básicamente, si te compras un eléctrico en USA a partir de septiembre nanai de ayudas, ni nuevos ni de segunda mano (que daban otros 4.000 dólares).
Aquí en España las ayudas son las de siempre, plan Moves, que aún funciona, pero que, seamos sinceros, depende de la comunidad y encima muchas veces no las ves ni en pintura. En EE.UU. sí notan esas “rebajas” que para coches como los Cadillac, que son todo menos baratos, pues les dolerá a algún cliente medio.
Cadillac: cabeza fuera, narices al viento
Mientras Tesla, Ford y compañía van reculando, Cadillac en plan “no hay miedo”. John Roth, el jefazo global de la marca, se planta y lo dice alto: “No puedes meter la cabeza en la arena”. O sea, si te acojonas, mal. Que el negocio eléctrico no es lineal. De hecho, nunca lo es en USA ni en España, pero allí la montaña rusa es más grande.
Cadillac seguirá a muerte con los eléctricos. ¿Por qué pueden permitirse ese “aquí mis narices”? Básicamente, fabrican la mayoría de sus eléctricos en suelo americano. Salvo el OPTIQ, que sale de México (sí, sí, otro SUV más en la familia, y este es el “pequeño”). Así que no dependen tanto de las importaciones chungas ni de rollos de otras fábricas por Asia.
El drama real es que pierden 7.500 dólares por coche
Cada coche eléctrico vendido a partir de octubre les sale más caro. Esos 7.500 dólares se esfuman, pero Cadillac dice que se la suda y que esto es “una oportunidad para nosotros”. Hablan de “marca muy americana”, y puede sonar a flipado, pero a nivel industrial les da margen.
En España, sabéis que muchas marcas pegan subidón de precios cuando desaparecen o cambian las ayudas. Si pasa allí, el rebote puede currarse aquí también, sobre todo con marcas premium.
¿Están vendiendo? ¿O es postureo?
Pues mirad: las ventas de Cadillac han subido un 15% en el segundo trimestre del año. No es broma. Buena parte de la culpa la tiene la ampliación de eléctricos, porque en este 2025 han sacado ¡siete modelos nuevos 100% eléctricos! Lista VIP:
- Cadillac Lyriq V
- OPTIQ y OPTIQ V
- Escalade IQ e IQL
- Vistiq
- Celestiq (el sedán ultra lujo que cuesta lo mismo que un piso en Madrid)
¿Motores, baterías, specs? Por ejemplo, el Lyriq lleva una batería Ultium de unos 100 kWh, potencia que ronda los 340 CV, y autonomía WLTP que puede superar los 500 km en su versión más capaz. Lleva tracción trasera o total. El Optiq, algo más compacto, juega en la liga de los SUV medianos, con una autonomía de unos 480 km y la misma plataforma Ultium.
El Celestiq, deportivo berlina de cuatro plazas, chulea con más de 600 km de autonomía y materiales de escándalo. Solo con tocar la tapicería entiendes que no va para el público medio español, pero lo que corre esa berlina eléctrica no tiene sentido. No he catado uno, pero sí el Lyriq básico, y la suavidad es de otro planeta, tanto pisando a fuego como en conducción madrileña atascada.
Gasolina y nostalgia, pero sin renunciar al enchufe
No se vuelven locos y mantienen algún modelo potente a gasolina. El Escalade sigue ahí petando, igual que las versiones Blackwing del CT5. En España estos modelos son unicornios, porque el mercado tira a diesel, híbridos y mucho renting. Pero Cadillac lleva la doble bala: enchufe para quien lo quiere y un V8 para los puristas quemados.
General Motors y toda la pandilla eléctrica
General Motors, la madre que parió a Cadillac, llega a 13 modelos 100% eléctricos. O sea, los americanos van a muerte. Aquí los coches GM no tienen tanto hype, pero ojo, porque cualquier avance o cambio de tendencia yankee termina arrastrando a las gamas europeas: nuevas plataformas, softwares y protocolos de carga.
Por ejemplo, la plataforma Ultium de las baterías ya está preparada para carga rápida hasta 350 kW, aunque casi ningún punto en España suelte tantísimo. Lo más normal aquí sigue en los 50-150 kW.
Cadillac en España: ¿fantasía o realidad?
Ojo que Cadillac está tanteando traer el Optiq a Europa, con la idea de pillar a quien quiere un SUV grande, pero ya cansado del típico Audi, BMW o Mercedes. ¿Pegará aquí? Difícil, porque entre precio y autonomía, la competencia aprieta. Pero para flotas premium, hoteles o alquileres de lujo, empieza a verse algún Cadillac eléctrico por la Costa del Sol y Barcelona.
El sector está en guerra de nervios
Mientras las marcas se rajan por el ritmo tan raro del mercado eléctrico, Cadillac tira de músculo, experiencia y filosofía yankee para aguantar el tipo. Si esto funciona en suelo americano, será cuestión de tiempo ver cómo se adapta la película en los concesionarios y calles de España. Mientras, los eléctricos made in USA seguirán luchando contra las dudas, pero también contra los prejuicios de quienes aún creen que el futuro no va con ellos.