BMW retira el Serie 8 de su gama y pone fin a sus superdeportivos en silencio

BMW retira el Serie 8 de su gama y pone fin a sus superdeportivos en silencio
Se retira el buque insignia de BMW en cuanto a diseño y deportividad, adios al Serie 8

BMW ha decidido poner punto final al Serie 8, su gama de superdeportivos más exclusivos y potentes. Sin hacer mucho ruido, los de Múnich han eliminado todas las variantes del Serie 8 de sus configuradores online en Europa. Si intentas pedir uno, el sistema te redirige directamente a otros modelos. Ni rastro del coupé, ni del cabrio, ni del Gran Coupé, ni siquiera de los potentes M8. Fin de la historia.

El Serie 8 era el buque insignia de BMW en cuanto a diseño y deportividad. Volvió al mercado tras dos décadas en el olvido, con la esperanza de plantar cara a pesos pesados como el Porsche 911. La marca apostó fuerte: tres carrocerías, motores de infarto y una imagen que no dejaba indiferente a nadie. Pero la realidad del mercado ha sido otra. Las ventas nunca despegaron lo suficiente y el Serie 8 ha pasado más desapercibido que un BMW camuflado en un parking de Audis.

Los superdeportivos siempre han sido un nicho reservado a unos pocos. No son coches para todos los públicos ni para todos los bolsillos. Pero para las marcas, tener uno en el catálogo es cuestión de prestigio. El problema viene cuando ese prestigio no se traduce en ventas ni en beneficios. Ahí es cuando los números mandan y toca tomar decisiones. Y BMW, pragmática como buena alemana, ha optado por cerrar el grifo.

En Alemania todavía quedan algunas unidades preconfiguradas del Gran Coupé, pero se trata de los últimos coletazos. En España, la desaparición es total. Los concesionarios ya no admiten pedidos y solo queda esperar a que se agoten los pocos modelos que puedan quedar en stock. Si eres de los que soñaba con tener un Serie 8 nuevo en el garaje, más vale que empieces a buscar en el mercado de ocasión.

La despedida del Serie 8 no es solo una cuestión de ventas flojas. El mercado está cambiando a toda velocidad. Los SUV y los eléctricos se llevan ahora todo el protagonismo y los deportivos tradicionales van quedando arrinconados. Incluso marcas legendarias como Porsche han tenido que reinventar su gama para sobrevivir a esta nueva era.

Para BMW, decir adiós al Serie 8 es cerrar un capítulo importante. Fue un modelo pensado para marcar territorio, para demostrar de lo que la marca era capaz cuando se trataba de combinar lujo, tecnología y prestaciones. Pero el público ha hablado (o más bien, ha callado) y la demanda nunca estuvo a la altura de las expectativas.

¿Significa esto que BMW renuncia para siempre a los superdeportivos? Difícilmente. La marca sigue teniendo músculo en sus versiones M y seguro que veremos nuevas apuestas deportivas, aunque quizás bajo otros formatos o tecnologías más acordes con los nuevos tiempos.

Por ahora, lo que queda claro es que el Serie 8 pasa a la historia como un intento valiente pero efímero de conquistar un segmento complicado. Un coche para entendidos, para nostálgicos y para quienes buscan exclusividad por encima de todo. Ahora, su legado queda reservado para unos pocos afortunados y para la memoria de quienes disfrutamos ver pasar uno por la calle.

Así que sí, el Serie 8 se despide sin fuegos artificiales ni grandes anuncios. Un adiós silencioso pero definitivo. Y en un mundo donde los SUV mandan y los eléctricos pisan fuerte, parece que nadie lo va a echar demasiado de menos… salvo los auténticos petrolheads.