AMG GT Track Sport en acción primer vistazo al V8 con cuello de cisne que desafía al 911 GT2 RS

Mercedes-AMG ha dejado de jugar al escondite. El Concept AMG GT Track Sport ya rueda en circuito y lo hace donde se forjan los juguetes serios, en la pista de pruebas de Affalterbach. Todavía viste camuflaje, pero asoman las intenciones. Capó largo, postura felina y un alerón trasero con soportes de cuello de cisne tan contundente que podrías dejar el casco encima y seguiría sobrando ala.

Qué hemos visto en pista

• Prototipo camuflado con carrocería de capó largo y voladizos medidos
• Alerón de cuello de cisne de gran superficie
• Paragolpes delantero en amarillo y trasero en rojo sobre el camuflaje
• V8 confirmado bajo el capó, sin cifras todavía
• Rodaje y puesta a punto en Affalterbach

Sí, un V8. La tradición manda en la saga GT y AMG no ha querido romper esa banda sonora. Sin números por ahora, solo la promesa de músculo serio y un chasis trabajado para que cada caballo encuentre su sitio.

Aerodinámica con oficio y sin postureo

El cuello de cisne no es capricho. Colgar el alerón por arriba limpia el flujo por la cara inferior, que es la que realmente trabaja, y reduce turbulencias en la zona crítica. Menos interferencias, más carga, menos sensibilidad a los ángulos de ataque. Traducido al idioma de los cronos, más apoyo en media y alta sin disparar la resistencia.

Se intuye un frontal pensado para sellar el aire hacia los laterales y un suelo que pide fondo plano con difusor generoso. El conjunto transmite esa sensación de GT que ha pasado de gimnasio a facultad de aerodinámica.

Reparto de pesos afinado

AMG reconoce trabajo específico en el reparto de masas. En los GT el motor va en posición delantera en configuración adelantada, con cambio pegando al eje trasero en esquema transaxle. Si aquí han apretado las tuercas, cabe esperar inercias más bajas y un eje delantero con más mordida al entrar en curva. En pista eso se traduce en confianza para frenar tarde y abrir gas pronto. Tu mecánico ya afila la llave dinamométrica.

Motor V8 sin cifras y con mucha intriga

No hay potencia ni par confirmados. Tampoco régimen, peso o neumáticos. Aun así, el contexto importa. Este Track Sport nace con el 911 GT2 RS en el punto de mira, un listón que obliga a entregar tiempos por vuelta y consistencia térmica. Si la receta incluye refrigeración específica, gestión térmica de frenos y electrónica con mapas de circuito, no sería sorpresa. Que todo esto llegue con voz de ocho cilindros es el extra que muchos querían leer.

¿Se llamará Black Series?

La pregunta flota en el box. Los GT más salvajes de AMG han llevado apellido Black Series. Este prototipo tiene pinta y maneras para merecerlo, pero en Affalterbach no sueltan prenda. El nombre es lo de menos si el producto llega con la precisión que promete. Aun así, ese emblema tiene peso propio entre coleccionistas y fanáticos de los track days.

¿Solo para track days o algo más?

AMG deja caer que este desarrollo podría desembocar en coche de carreras. No sería la primera vez que un GT de calle extrema cruza el puente hacia la competición con kits específicos. Si el nacimiento es en circuito y la aerodinámica juega en ligas mayores, la transición a reglamentos conocidos parece tan natural como cambiar a slicks cuando sale el sol.

Lo que cambia frente a un GT “convencional”

• Más carga aerodinámica efectiva con menor penalización en recta
• Reparto de masas revisado para respuesta más neutra y rápida
• Puesta a punto de chasis orientada a tiempos por vuelta
• Gestión térmica como prioridad para stints largos
• Ergonomía pensada para conducción con casco y arnés si llega a producción

Por qué importa en 2025

En plena fiebre electrificada, un GT de combustión que no pide perdón y afina cada detalle para circuito es una declaración de ADN. No es nostalgia, es producto para quien entiende que los segundos caen con ingeniería aplicada donde cuenta. El Concept AMG GT Track Sport llega para recordar que la emoción y la precisión pueden ir en el mismo tren delantero.

De momento hay sonido V8 confirmado, alas bien puestas y muchas ganas de cronómetro. Cuando caigan las cifras y se quite el camuflaje sabremos si el 911 GT2 RS tiene un nuevo dolor de cabeza. Si no, siempre nos quedará el eco de Affalterbach avisando de que la fiesta va en serio.