Alemania e Italia piden a la UE salvar los motores con combustibles renovables en 2035

La cuenta atrás hacia 2035 parecía escrita en piedra. Solo coches totalmente eléctricos a la venta y fin del capítulo para los motores de combustión. Sin embargo, el tablero se mueve. Dos pesos pesados de la automoción europea han decidido empujar en otra dirección. Alemania e Italia han enviado a Bruselas una petición formal para abrir nuevas vías en la normativa de cero emisiones.
No es un gesto simbólico. Hablamos de países con enorme influencia política y con fabricantes que marcan tendencia en medio mundo. Cuando ellos levantan la mano, la sala se calla.
Qué piden exactamente Berlín y Roma
El documento conjunto pide dos ajustes clave en la regulación que entra en juego a partir de 2035. Ambos apuntan a ofrecer flexibilidad sin dar marcha atrás en la descarbonización.
Matriculación de coches con combustibles renovables más allá de 2035
Los dos gobiernos reclaman que los vehículos impulsados por combustibles renovables sigan siendo elegibles para su matriculación a partir de 2035. La idea es clara. Si un motor térmico puede funcionar con un combustible que neutraliza su huella de carbono en el ciclo completo, debería tener una puerta de entrada al mercado. No sería un todo vale. Sería un marco definido para tecnologías específicas y verificables.
Revisión de las sanciones por CO2
La otra petición busca evitar sanciones consideradas desproporcionadas cuando un fabricante no cumpla a rajatabla el calendario de descarbonización. La intención es mantener la presión por reducir emisiones sin asfixiar a la industria europea en plena transición. Multas sí, pero calibradas. El objetivo no es engordar partidas recaudatorias, sino acelerar inversiones reales.
Por qué importa para la industria europea
Un cambio así afecta a modelos de negocio, cadenas de suministro y empleo cualificado. Alemania y su ecosistema premium. Italia y su mix de marcas de alto rendimiento y grandes volúmenes. Muchos proveedores dependen de la ingeniería de motores, transmisiones y sistemas de combustible. Abrir un carril para combustibles renovables puede amortiguar impactos y conservar capacidades tecnológicas que no conviene perder.
También pesa la competencia global. China escala en eléctricos puros con una velocidad que pone nerviosa a la vieja Europa. Diversificar opciones tecnológicas puede ser una red de seguridad mientras maduran baterías, redes de recarga y materiales críticos.
Qué son los combustibles renovables en cristiano
Bajo ese paraguas caben varias familias. La más citada es la de los combustibles sintéticos, producidos a partir de hidrógeno verde y CO2 capturado. Se fabrican con electricidad renovable y, bien gestionados, permiten un balance casi neutro de emisiones en su uso. También entran los biocombustibles avanzados que no compiten con cultivos alimentarios, como el HVO obtenido de residuos.
No es magia. Requieren energía barata y limpia, plantas a escala y sistemas de certificación robustos. Si la letra pequeña falla, la foto pierde color. Si funciona, el motor de combustión se vuelve compatible con la neutralidad climática en determinados usos.
Dónde encajan mejor
Flotas con alto kilometraje, servicios de emergencia, transporte en zonas rurales, aficionados que quieren conservar clásicos y segmentos donde el peso de la batería penaliza. No todos los casos tienen el mismo sentido. Una solución no sustituye a la otra. El puzzle necesita piezas distintas.
Riesgos y oportunidades
Hay riesgos evidentes. Desviar inversiones, crear confusión regulatoria o abrir grietas para atajos que no reducen emisiones de verdad. También hay oportunidades. Mantener empleo industrial, acelerar tecnologías de captura de CO2, reducir dependencia de materias primas críticas y ganar tiempo donde la infraestructura de recarga no llega.
El equilibrio pasa por criterios de sostenibilidad medibles. Certificación del ciclo de vida, trazabilidad del carbono y controles para evitar greenwashing. En Bruselas no reparten caramelos. La elegibilidad exigirá pruebas.
Qué puede pasar ahora
La pelota está en la cancha de la Comisión y los colegisladores. Puede haber ajustes técnicos, actos delegados o una revisión más amplia del marco de 2035. La música apunta a una electrificación dominante con un carril específico para combustibles renovables sometido a reglas estrictas.
Quedan diez años largos en los que todo se decide partido a partido. La transición no es un sprint. Tampoco un paseo. Y las jugadas como esta, cuando salen de Berlín y Roma a la vez, cambian el ritmo del encuentro.