Adiós Giulia y Stelvio: otro capítulo del culebrón italiano

Aquí estamos, otro capítulo más del culebrón italiano que es Alfa Romeo. Después de siete años pegando fuerte en los concesionarios españoles, Alfa baja la persiana para los Giulia y Stelvio. Si alguien quiere uno nuevo más vale que corra, que quedan horas para pillar alguna unidad de stock. Pronto solo quedarán cochazos de ocasión o esos hypeados "INTENSA" que te miran desde la exposición.
Lo que muchos no saben es que estos dos modelos vinieron a resucitar a una marca que olía a difunto. El Giulia llegó en 2016 y el Stelvio un poco después. El objetivo era claro: meter susto a BMW, Audi y demás tropas alemanas y recuperar el espíritu deportivo perdido. En España, el Giulia se vendía como alternativa a un Serie 3. Más bonito, más exclusividad, pero el logo del biscione no le bastaba contra la artillería bávara.
Giulia & Stelvio: así son (o eran)
El Giulia juega en la liga de las berlinas medianas y el Stelvio en la de los SUV. Ambos con la famosa plataforma Giorgio, más ligera y rígida que muchas dietas milagro. Importante, nada de tracción delantera, nada de postureo. Propulsión trasera o integral. Así, sin medias tintas.
Motores en el Giulia: 2.2 diésel (150-210 CV) y 2.0 turbo gasolina (200-280 CV). Y, claro, el pepinazo Quadrifoglio: V6 biturbo 2.9 litros con 510 CV. Llevas ese coche a la Castellana y se hace el silencio a tu paso. Lo he llevado un rato (el Quadrifoglio, para qué mentir) y, literal, si te pilla la policía te para pidiendo autógrafos. Agarre y aceleración que hacen que te replantees la existencia.
El Stelvio, igual de atrevido pero más alto y con maletero decente (525 litros). El TOP es el también Quadrifoglio, idéntico motor V6 2.9 biturbo con 510 CV, aunque la versión diésel la veía más entre padres modernos y maridos con espíritu aún rebelde.
Jaleo con las fábricas
Lo que se cuece de fondo es buena mandanga industrial. Alfa Romeo tiene la fábrica de Cassino lista para pasar a una nueva plataforma, la STLA Large. O sea, lo viejo ya no cuadra con lo nuevo. No es cosa de hacer más "retokes" ni actualizar cuatro robots. Es que los herramientas nuevas y la plataforma no pueden fabricar los Giulia/Stelvio de ahora. Los empleados se quedan en modo "stand by" mientras esperan piezas y software para los futuros modelos.
El principal marrón es industrial, no de ventas. Ya no merece la pena mantener activo el montaje de estos dos. Por mucho que los ames, en los números te sale toda la cuenta en rojo.
Retiro (forzoso) y futuro incierto
Alfa había prometido ir retirando versiones progresivamente. Primero caen los motores menos demandados y luego suben el equipamiento final para vender las últimas unidades, como hacen todas las marcas cuando liquidan "ediciones especiales" para despedirse. Si tienes pasta para los precios de último minuto, pueden ser auténticos chollos y en España alguna unidad alta de gama hará feliz a un petrolhead nostálgico.
Ahora, Alpha va sin recambio inmediato. El nuevo Stelvio y el Giulia están prometidos... pero ni están ni se les espera a corto. El plan era sacar todo eléctrico a partir de 2026, pero los tiros han cambiado. Detrás de bambalinas, Alfa asume que España y el resto de Europa no están para abandonar los motores térmicos, así que han reactivado el desarrollo de gasolina e híbridos. Bienvenidos a la pasta italiana.
El nuevo plan: eléctricos y luego híbridos
Palabras de alfa-jefazo: primero todos 100% eléctricos, pero como a nadie le encaja, desarrollan motores térmicos y también híbridos enchufables. ¿Problema? Lo de cambiar de eléctrico puro a meter motores gordos le parte el chasis al prototipo, literal. Las plataformas eléctricas están pensadas para la fuerza y el peso bestial de las baterías. Si vuelves a motores gasolina o híbridos, hay que rediseñar chasis, refrigeraciones, poner a prueba en carretera… Tirar de ordenador está bien, pero luego necesitas sentir el coche en asfalto español, que aquí no todo es autovía.
Lo bueno: lo que se viene
Modelo futuro en la plataforma STLA Large de Stellantis. Eso significa coches de tamaño premium, más espacio, coches con posibilidad de versiones largas. Los motores planificados para España: gasolina 2.0 litros y 3.0 litros, ambos con tecnología MHEV (mild hybrid) de 48V. En otras palabras, motores turbo, etiqueta ECO asegurada (guiño para entrar en Madrid). Y enchufables que, esta vez sí, prometen más de 100 km de autonomía eléctrica. Eso ya es palabras mayores, de verdad.
En la calle habrá un año prácticamente sin berlina Alfa ni SUV nuevo. Los eléctricos llegarán los primeros y, como mínimo, los híbridos enchufables no llegarán antes de 2027. Si tu idea es renovar Alfa pronto, ve mirando stock o mercado de segunda mano.
Nuestro momento con ellos
Conduciendo el Giulia 2.0 turbo en Madrid: dirección sublime, suspensión deportiva justa, sin ser incómoda. El interior, mezcla de cuero y fibra que podría estar en un juego de simulación tope de gama. Eso sí, el infotainment algo desfasado comparado con alemanes premium de última hornada, pero la sensación Alfa se palpa por todos lados. Y la gente te mira, aunque no sepan si es Maserati, Ferrari o qué diablos.
En el Stelvio, la posición SUV jugaba a favor para el día a día. Buen maletero, y los 210 CV del diésel subía sin problema cualquier puerto de montaña de la Sierra. Pero la gracia era ese toque deportivo, se nota que no es el típico SUV blando de padres acomodados. Aquí te pide guerra, siempre.
La realidad española
Muchos puristas se llevarán el palo. Las ventas han sido modestas, pero han mantenido el mito vivo. España nunca ha sido el país fetiche de Alfa, pero el que tenga uno, que lo cuide: en breve serán "youngtimer" codiciados. Y cuando lleguen los nuevos, habrá que ver si mantienen ese encanto italiano o acabamos con un clon más de la factoría Stellantis. De momento, a esperar.