ABT convierte el Audi SQ5 en un SUV de 440 CV con look radical y ganas de guerra
 
            El Audi SQ5 ya venía con carácter, pero ABT Sportsline ha decidido darle café solo y sin azúcar. El resultado sube la potencia hasta los 440 CV y condimenta el conjunto con un diseño más agresivo que pide carril izquierdo con educación y convicción.
No es una simple reprogramación. Es un paquete de personalización con sabor a proyecto completo, pensado para quien quiere un SUV que empuje fuerte, suene bien y tenga presencia sin caer en el exceso.
Qué cambia en el Audi SQ5 según ABT
ABT es una vieja conocida en el ecosistema Audi. Sus paquetes suelen combinar electrónica, chasis y estética con piezas desarrolladas para encajar como si fueran de fábrica. En este SQ5 la receta apunta a tres frentes claros.
- Potencia elevada hasta 440 CV con gestión electrónica específica
- Imagen más musculosa gracias a elementos aerodinámicos y detalles exteriores
- Ajustes de chasis para mejorar aplomo y respuesta sin perder confort en el día a día
Rendimiento con 440 CV
El salto de potencia no va solo de números. El empuje a medio régimen mejora las recuperaciones y permite aprovechar marchas largas con más alegría. En carreteras secundarias se traduce en adelantamientos más cortos y en autopista el margen para mantener cruceros altos se ensancha sin necesidad de estirar litros.
La entrega es más llena desde abajo y se extiende con ganas hasta la zona alta. Ese extra de músculo se nota al primer golpe de gas y no exige ir buscando siempre el punto dulce. Aquí se gana usabilidad real.

Diseño más radical que no pide perdón
La estética curte el carácter. Paragolpes con mayor presencia visual, taloneras específicas y detalles en negro brillante elevan la tensión deportiva. Las llantas de mayor diámetro ayudan a llenar pasos de rueda y, de paso, a enseñar un equipo de frenos que no se esconde.
Pequeños toques hacen mucho. Un difusor que enmarca las salidas del escape, carcasa de retrovisores con guiño racing y una firma visual que diferencia el coche sin convertirlo en un escaparate ambulante.
Chasis con más precisión
La puesta a punto busca un equilibrio interesante. Con muelles específicos y una altura ligeramente más baja, el centro de gravedad cae y el balanceo se reduce. El eje delantero gana mordida en apoyo y el trasero acompaña sin vicios raros. El resultado es un SQ5 más comunicativo que sigue siendo utilizable a diario.
Si la ruta lo pide, hay más control en cambios de apoyo y frenadas fuertes. Si la ciudad te atrapa, la suspensión no castiga como un monoplaza. Punto para el consenso.
Sonido y escape
Una preparación de carácter pide banda sonora. El sistema de escape específico aporta un tono más lleno y grave en aceleración y guarda las formas en ritmos tranquilos. Ese matiz aporta identidad sin molestar a los vecinos a las siete de la mañana. Se agradece.
Interior con guiños deportivos
ABT suele rematar la jugada con detalles de habitáculo. Apliques en fibra o aluminio, emblemas discretos y tapicerías con patrón específico crean el contexto adecuado. Nada invasivo, pero lo suficiente para recordar que no estás en un SQ5 corriente.
Para quién tiene sentido
- Quien valora prestaciones reales en uso cotidiano sin renunciar a un SUV amplio
- Conductores que buscan personalidad propia frente al catálogo de serie
- Propietarios que priorizan soluciones desarrolladas por especialistas con experiencia en Audi
Consumo y fiabilidad con cabeza
Más potencia suele implicar más consumo si se aprovecha. En ritmos normales la diferencia no tiene por qué ser dramática. El mantenimiento deberá ser escrupuloso y el uso de combustible de calidad pasa de recomendable a obligatorio. Si el coche trabaja mejor, cuidarlo también.
Precio y disponibilidad
ABT estructura sus mejoras por módulos para que cada cliente elija hasta dónde quiere llegar. El coste final depende de configuración, mercado y montaje. Lo lógico es pedir una propuesta detallada y asegurarse de la correspondiente documentación para circular sin sobresaltos.
Este Audi SQ5 preparado por ABT es un SUV que habla claro. Más potencia, más presencia y una dinámica que invita a conducir. No pretende ser el más llamativo de la clase, pretende ser rápido y coherente. Y lo consigue con esa naturalidad que solo dan los preparadores que se conocen la casa de memoria.
 
                     
             
            